La crisis energética en Ecuador, que ha llevado a la ciudadanía a enfrentar racionamientos eléctricos de aproximadamente seis horas diarias, está generando un impacto económico significativo, según representantes del sector productivo del país.
El presidente Daniel Noboa ha declarado la emergencia en el sector eléctrico debido a una prolongada sequía que está afectando la generación hidroeléctrica, responsable del 78% de la energía del Ecuador.
Según informes de la Cámara de Industrias y Producción, el sector del comercio pierde alrededor de 30 millones de dólares diarios en ventas, mientras que el sector industrial-productivo y el sector exportador sufren pérdidas de 70,5 millones y 63 millones de dólares al día, respectivamente. Estas cifras se suman a las pérdidas en otras áreas como la agropecuaria, enseñanza, comunicación y administración pública.
El ministro de Energía subrogante, Roberto Luque, estima que los racionamientos están generando pérdidas diarias de aproximadamente 72 millones de dólares, lo que equivale a un promedio semanal de 360 millones de dólares. Además de las pérdidas económicas, María Paz Jervis, presidenta de la Cámara de Industrias y Producción, destaca las afectaciones difíciles de cuantificar, como la pérdida de confianza en el sector exportador debido a retrasos en la entrega de productos.
La crisis eléctrica afecta a la competitividad del país y ha generado interrupciones en las cadenas de frío en los puertos, lo que afecta especialmente a productos perecederos. Bruno Leone, presidente de la Cámara de Pesquería, critica la falta de previsión y planes de contingencia por parte del gobierno, lo que genera incertidumbre en el sector y dificulta las inversiones a largo plazo.
Cambios en el gabinete en medio de la crisis
El gobierno anunció la renuncia del Secretario de Comunicación, Roberto Izurieta, en medio de la crisis energética, luego de varias declaraciones en las que Izurieta declaró que la crisis energética es resultado de sabotaje.
De igual forma, según el presidente, exfuncionarios del Ministerio de Energía, incluida una ministra destituida, ocultaron información sobre la situación del sector, lo que dificultó la toma de decisiones oportunas y actualmente mantiene un proceso judicial abierto en contra de los funcionarios de energía.
A pesar de las últimas lluvias que han aliviado en parte la sequía, el déficit de generación aún no permite una programación estable de los apagones.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
