Este cantautor y poeta nació en Montreal el 21 de septiembre de 1934, su familia era acomodada y también judía, así que el destino le tenía preparado un camino para hacer rabino si no hubiera sido por qué a los 15 años descubrió la poesía de Federico García Lorca y un Hispano en Montreal le dio clases de guitarra, lo que cambió su manera de ser radicalmente.
La conexión con sus raíces fue parte de sus escritos y de los miedos que dejó la Segunda guerra Mundial. En efecto, su poemario “Flowers For Hitler “es una muestra de identificación.
En sus escritos, Cohen, mezcla el erotismo, la gloria y lo sagrado, bajo estas premisas creo “Beautiful losers”.
Gracias a la herencia de su abuelo, compró una propiedad de Hidra- Grecia, donde también se inspiró. Pero su destino también estaba en Nueva York, donde su poesía contribuiría al rock, (Suzanne, So Long, Marianne) empezaron a ser escuchadas en las reuniones nocturnas de los áticos de Nueva York.
La melancolía Lo persiguió, quería salvarse de sí mismo, buscando encontrarse hasta lograr lo más épico, lo místico e íntimo entre sus canciones. ¡Hoy los recordamos con su voz casi ronca, plácido y eterno porque su música lo hace inolvidable!
Dance me to the end of love.