Armenia y Azerbaiyán han dado un paso crucial hacia la paz en la región, acordando el intercambio de prisioneros de guerra y comprometiéndose a firmar un tratado de paz. En una declaración conjunta, ambos países expresaron la creencia en una “oportunidad histórica” para alcanzar una paz tan anhelada, basada en el respeto a los principios de soberanía y territorialidad.
El conflicto en Nagorno-Karabaj, que llevó a una rápida campaña militar por parte de Azerbaiyán en septiembre, marcó el fin de tres décadas de dominio étnico armenio en la región y provocó el desplazamiento de la mayoría de los residentes. El anuncio de este jueves representa un giro significativo en las relaciones entre ambas naciones, que hasta ahora habían tenido desacuerdos amargos respecto a un proceso de paz.
Como parte del acuerdo, Armenia levantará sus objeciones para que Azerbaiyán sea el anfitrión de la conferencia internacional sobre cambio climático del próximo año. Esta medida marca un cambio fundamental, ya que los países no habían logrado acordar un anfitrión para las conversaciones sobre el clima en Europa del Este debido a conflictos previos.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, elogió el acuerdo, enfatizando la importancia de la liberación de detenidos y la apertura en el diálogo político. Michel instó a ambas naciones a finalizar rápidamente un tratado de paz.
El acuerdo incluye la liberación de prisioneros de guerra: Azerbaiyán liberará a 32 militares armenios capturados, mientras que Armenia hará lo propio con dos soldados azerbaiyanos. Además, se comprometieron a seguir discutiendo e implementando medidas para fomentar la confianza entre los países y pidieron apoyo a la comunidad internacional para fortalecer la confianza mutua.
Redacción de: Karen Rodríguez
