Yamandú Orsi, próximo presidente de Uruguay tras su victoria en las elecciones del 24 de noviembre, ha adoptado una postura pragmática respecto a Venezuela, reafirmando que las relaciones internacionales deben centrarse en los vínculos entre estados y no en la afinidad personal entre mandatarios. En una conferencia de prensa este miércoles, Orsi subrayó que aún no ha decidido si invitará al presidente venezolano Nicolás Maduro a su toma de posesión, programada para marzo.
La postura de Orsi contrasta con la del actual presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, quien ha sido un crítico abierto del gobierno de Maduro, calificándolo como autoritario en múltiples foros internacionales, incluyendo la Asamblea General de la ONU. Pese a estas críticas, Uruguay ha mantenido relaciones diplomáticas formales con Venezuela, diferenciándose de países como Argentina, Chile y Perú, que han cortado o reducido significativamente estos lazos.
Orsi, miembro de la coalición de centroizquierda, reconoció en el pasado que las elecciones venezolanas de julio de 2023 eran “más que sospechosas”. Sin embargo, no ha cerrado la puerta a invitar a Maduro a la ceremonia, señalando que aún hay tiempo para tomar una decisión.
El contexto regional y la polémica electoral en Venezuela
Las elecciones presidenciales del 28 de julio en Venezuela fueron altamente disputadas. Según el Consejo Nacional Electoral y el Tribunal Supremo de Justicia venezolanos, Maduro obtuvo una estrecha mayoría, mientras que la oposición alega que los resultados muestran una victoria contundente para su candidata, María Corina Machado.
Machado, líder opositora y férrea crítica del gobierno de Maduro, felicitó a Orsi tras su triunfo electoral, calificando a Uruguay como un aliado clave en la lucha por la democracia y los derechos humanos en Venezuela.
Equilibrio diplomático
La postura de Orsi refleja el desafío de equilibrar principios democráticos con la necesidad de mantener relaciones diplomáticas estables en un contexto regional polarizado. Al destacar que las relaciones son entre estados y no presidentes, Orsi busca navegar entre el reconocimiento de los valores democráticos y la pragmática necesidad de mantener diálogo con todas las naciones.
Con su toma de posesión en marzo, la política exterior de Uruguay podría marcar un cambio sutil pero significativo respecto a la línea adoptada por el gobierno saliente, potenciando el rol diplomático del país en América Latina.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
