La reelección de Donald Trump y su discurso sobre endurecer las políticas migratorias han reavivado temores en comunidades de inmigrantes y en las escuelas que los atienden. Aunque las acciones específicas de su gobierno aún no están claras, las declaraciones del expresidente y sus propuestas de deportaciones masivas generan preocupación entre estudiantes, padres y educadores, quienes buscan proteger el acceso a la educación en medio de un clima de incertidumbre.
Desde 2011, las escuelas han sido designadas como “lugares delicados”, donde agentes de inmigración no pueden realizar arrestos ni operativos, una política que se fortaleció bajo la administración de Biden. Sin embargo, el plan Proyecto 2025 propuesto por aliados de Trump busca eliminar esta protección, lo que podría aumentar el riesgo de incidentes en los campus escolares.
Grupos defensores como la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA) advierten que cualquier acción migratoria en escuelas podría desencadenar pánico masivo y afectar gravemente la asistencia escolar.
Estrategias de preparación en las escuelas
Ante este panorama, algunos distritos están tomando medidas para proteger a sus estudiantes. En Beaverton, el personal será capacitado para evitar el ingreso de agentes migratorios. En otras regiones, abogados están ayudando a los padres a establecer planes de cuidado para sus hijos en caso de deportación.
Sin embargo, no todos los distritos están dispuestos a hablar abiertamente sobre sus preparativos, en parte por temor a conflictos con juntas escolares conservadoras o a llamar la atención no deseada sobre estudiantes inmigrantes.
Las escuelas argumentan que el miedo a las deportaciones obstaculiza el aprendizaje, y destacan que la Constitución garantiza el derecho de todos los niños a recibir educación pública, independientemente de su estatus migratorio. Distritos como Denver han adoptado resoluciones para proteger la privacidad y seguridad de sus estudiantes frente a agentes federales.
A medida que se acerca la toma de posesión de Trump, los educadores enfrentan el desafío de equilibrar su deber de garantizar la seguridad y bienestar de los estudiantes con las presiones políticas y sociales derivadas de posibles cambios en las políticas migratorias.
Redacción de: Karen Rodríguez A.