Los ministros de Asuntos Exteriores del Grupo de los Siete (G7) instaron el martes a un alto el fuego inmediato entre Israel y el grupo militante libanés Hezbolá, mientras la guerra en Gaza y los enfrentamientos en el sur del Líbano siguen intensificándose. Aunque mostraron unidad en cuestiones humanitarias, evitaron discutir abiertamente las órdenes de arresto internacional contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el exministro de Defensa Yoav Gallant, acusados por la Corte Penal Internacional (CPI) de crímenes contra la humanidad.
El comunicado final del G7 subrayó la necesidad de que Israel permita la entrega de asistencia humanitaria a Gaza, señalando que la guerra ha causado “una inseguridad alimentaria sin precedentes” para los palestinos. No obstante, los ministros evitaron abordar explícitamente las órdenes de arresto de la CPI, que acusan a Netanyahu y Gallant de usar el hambre como arma de guerra y atacar a civiles intencionadamente. Israel niega las acusaciones y cuenta con el respaldo de Estados Unidos, que ha calificado las órdenes como “escandalosas”.
La situación en el sur del Líbano también es crítica. Más de 3,500 personas han muerto y 15,000 han resultado heridas debido a los bombardeos israelíes, según el Ministerio de Salud libanés. En Israel, los ataques de Hezbolá han causado la muerte de unos 90 soldados y casi 50 civiles. El jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, advirtió que, sin un alto el fuego, “el Líbano se desintegrará”.
Italia, aunque incluyó las órdenes de arresto de la CPI en la agenda, se mostró escéptica sobre su viabilidad. El ministro italiano Antonio Tajani consideró las órdenes “inejecutables” debido al estatus gubernamental de Netanyahu, una posición que contrasta con la firmeza hacia Vladimir Putin, también objeto de una orden de arresto de la CPI.
Francia y Estados Unidos lideraron los esfuerzos para negociar un alto el fuego en Gaza, con un acuerdo que incluiría un comité de implementación liderado por Washington. Sin embargo, el gobierno israelí enfrenta tensiones internas que dificultan aceptar las condiciones propuestas.
Ucrania en la agenda del G7
El conflicto en Ucrania también ocupó un lugar destacado en la reunión. Los ministros del G7 condenaron el uso de tropas norcoreanas por parte de Rusia y su retórica nuclear, reiterando su apoyo inquebrantable a la soberanía e integridad territorial ucraniana.
La reciente prueba de un misil balístico hipersónico por parte de Rusia aumentó las tensiones, especialmente tras los ataques de Ucrania con misiles occidentales de largo alcance. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, reafirmó el compromiso de Washington de garantizar que Ucrania pueda mantener su resistencia en 2025, aunque la administración entrante de Donald Trump podría alterar el enfoque estadounidense.
Redacción de: Karen Rodríguez A.