La Unión Europea busca endurecer su política migratoria con una nueva propuesta presentada este martes, que busca incrementar las deportaciones y establecer “centros de retorno” en terceros países para solicitantes de asilo rechazados.
Actualmente, solo el 20% de las personas con órdenes de deportación son efectivamente expulsadas del territorio de la UE, según la Comisión Europea. Para abordar esta situación, se presentó en Estrasburgo el “Sistema Europeo de Retornos”, que pretende estandarizar los procedimientos en los 27 Estados miembros y permitir que las autoridades de un país ejecuten órdenes de deportación emitidas en otro.
“El sistema europeo debe ser claro en cuanto a que cuando a alguien se le emite una decisión de retorno, se le está diciendo que abandone no solo un país, sino toda la Unión Europea”, declaró Magnus Brunner, comisario de Migración de la UE, quien calificó de inaceptable la tasa actual de deportaciones. Sin embargo, para que la propuesta sea efectiva, la UE necesita garantizar que los países de origen acepten de regreso a sus ciudadanos deportados. Brunner reconoció que la Comisión y los Estados miembros continúan trabajando para mejorar la cooperación con esos países.
Centros de retorno y medidas más estrictas
Los llamados “centros de retorno” estarían destinados únicamente a personas cuyas solicitudes de asilo hayan sido rechazadas, excluyendo a los menores no acompañados. Según Brunner, cualquier acuerdo deberá garantizar el respeto del derecho internacional y los derechos humanos. La UE no construiría ni gestionaría estos centros, pero proporcionaría el marco legal para que los Estados miembros negocien con terceros países dispuestos a albergarlos.
Esta propuesta se diferencia del acuerdo existente entre Italia y Albania, que busca trasladar el procesamiento de asilo fuera del territorio de la UE. Dicho acuerdo, elogiado en su momento por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha enfrentado múltiples bloqueos judiciales en Italia.
Además de los centros de retorno, la propuesta incluye sanciones más severas para quienes evadan las deportaciones y amplía el período de detención para solicitantes de asilo rechazados de 18 a 24 meses en casos donde exista riesgo de fuga o amenaza a la seguridad. No se han proporcionado datos sobre cuántas personas estarían sujetas a estas medidas.
La reforma ha generado rechazo por parte de organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes, que advierten sobre el riesgo de un debilitamiento del derecho al asilo y un aumento en el número de detenciones arbitrarias. La iniciativa será enviada ahora al Parlamento Europeo y a los Estados miembros para su debate y aprobación en los próximos meses.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
