A pesar de las preocupaciones expresadas por los médicos, el gobierno de Ontario desea ampliar aún más el poder dado a los farmacéuticos en la provincia e incluir entre sus atribuciones evaluar más dolencias menores y solicitar algunas pruebas de laboratorio.
Asimismo, se les permitirá administrar más vacunas. Desde principios de 2023, los farmacéuticos han sido autorizados a evaluar y tratar trece enfermedades menores, entre ellas, las hemorroides, la conjuntivitis y las infecciones del tracto urinario.
A partir del otoño de este año, los farmacéuticos podrán además, tratar el acné, las infecciones por hongos y aftas bucales. No todos los profesionales del sector ven con buenos ojos esta decisión, entienden que se trata apenas de encubrir la crisis del sistema de salud.
En su nueva propuesta, el gobierno quiere ampliar la lista e incluir dolores de cabeza leves, trastornos menores de sueño, congestión nasal, dolor de garganta, callos y callosidades, culebrilla, ojo seco, tiña, tiña inguinal, infecciones por hongos en las uñas, oído de nadador, piojos, caspa y verrugas, además de algunos exámenes laboratoriales que los apoyen.
Qué espera el gobierno provincial
A través de un comunicado, Hanna Jansen, portavoz de la ministra de Salud de Ontario, Sylvia Jones, declaró que la principal preocupación del gobierno es mejorar el acceso a la atención médica en todas las comunidades de esta provincia y que este programa de dolencias menores ha prestado servicios a más de un millón de personas.
En un futuro, esperan financiar a los farmacéuticos para que puedan inocular vacunas contra la difteria, el tétanos, el neumococo, la tos ferina, el VSR para adultos y el herpes zóster, además de las vacunas contra la gripe y el COVID-19. El gobierno, propone permitir que los técnicos de farmacia puedan poner las mismas vacunas que los farmacéuticos.
Repercusiones al anuncio
El presidente de la Asociación Médica de Ontario, Dr. Dominik Nowak, afirmó que es una política arriesgada, a veces los síntomas que pueden sugerir una dolencia menor, esconden una afección más grave que sólo un médico puede reconocer. Los médicos estudian mucho tiempo para poder diagnosticar, es simple, los farmacéuticos no son médicos, ponderó.
Por su parte, el director ejecutivo de la Asociación de Farmacéuticos de Ontario, Justin Bates, considera que el programa para dolencias menores ha funcionado bien y que ampliarlo podría reducir las visitas a médicos de familia y salas de emergencia. Añadió que proponen desarrollar un sistema de atención que considere a los farmacéuticos parte importante del proceso, dijo que su categoría está capacitada para aportar mucho más.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporte
