Ryan Wesley Routh, un hombre de 58 años, fue arrestado tras un aparente intento de asesinato contra el expresidente Donald Trump en un campo de golf en Florida. Routh había acampado cerca del lugar con un rifle y suministros durante casi 12 horas, esperando el momento para atacar, según los documentos judiciales presentados el lunes.
El ataque fue frustrado cuando un agente del Servicio Secreto, asignado a la seguridad de Trump, detectó el arma de Routh sobresaliendo entre unos arbustos. El agente disparó su arma, pero Routh huyó rápidamente en su vehículo, dejando atrás un rifle SKS cargado, una cámara y comida. Fue detenido horas más tarde en un condado vecino.
Este incidente se produce en medio de un entorno de seguridad cada vez más desafiante para el expresidente, quien ha sido blanco de dos intentos de asesinato en los últimos meses. A pesar de la creciente preocupación por la seguridad, el jefe interino del Servicio Secreto, Ronald Rowe Jr., defendió la actuación de los agentes y aseguró que están enfrentando “un entorno de amenazas hiperdinámico y sin precedentes” con los recursos disponibles.
Cargos por posesión ilegal de armas de fuego
Routh compareció ante el tribunal federal el lunes para enfrentar cargos relacionados con la posesión ilegal de armas de fuego. Las autoridades continúan investigando los motivos de su intento de ataque. Aunque no se dispararon tiros contra Trump ni hubo heridos, este incidente ha reavivado los temores sobre la violencia en la política estadounidense.
El expresidente, quien está en plena campaña para las elecciones presidenciales de 2024, no estaba en peligro directo en el momento del ataque. El presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris condenaron el incidente. Harris declaró en su cuenta de X: “Me alegro de que esté a salvo. La violencia no tiene cabida en Estados Unidos”.
Los investigadores están analizando los antecedentes y la actividad en línea de Routh, quien había mostrado una retórica cada vez más violenta contra Trump y expresó indignación por temas relacionados con China y Ucrania. Además, Routh había hecho pequeñas donaciones a candidatos demócratas en los últimos años, lo que ha complicado aún más el perfil político del sospechoso.
Este segundo incidente, sumado al tiroteo de julio en Pensilvania durante un mitin de Trump, ha llevado a que se reconsideren las medidas de seguridad para los candidatos presidenciales, especialmente en eventos no oficiales, como la partida de golf en West Palm Beach.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
