Las lluvias torrenciales que azotaron la ciudad de La Paz durante el fin de semana, tras meses de sequía, desencadenaron un deslizamiento de tierra que arrasó con al menos 30 viviendas y dejó a una niña de cinco años desaparecida. El incidente ocurrió en el barrio de Bajo Llojeta, donde viviendas construidas precariamente en la ladera se vieron severamente afectadas por el desborde de un río.
Equipos de rescate trabajaron durante todo el domingo buscando a la menor desaparecida y evacuando a residentes atrapados en el lodo. Al menos seis personas fueron rescatadas con signos de hipotermia y heridas menores. “Mi hija estaba con sus primos cuando llegó el barro. Mis sobrinos fueron salvados, pero no sabemos nada de ella”, relató con angustia Grover Mendoza, padre de la niña desaparecida.
Daños y respuestas oficiales
El viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, confirmó que más de 40 viviendas fueron inundadas y unas 30 quedaron destruidas por completo. “El barro prácticamente sepultó las casas de una sola planta”, señaló. Además, el deslizamiento dejó a varios sectores de la ciudad sin electricidad y obligó a evacuar a 32 personas.
El alcalde de La Paz, Iván Arias, atribuyó el desastre a la construcción ilegal en zonas vulnerables. “Hay irresponsables que realizan movimientos de tierra sin permisos, desestabilizando las laderas y agravando los efectos de las lluvias”, declaró.
El presidente Luis Arce visitó el área afectada, entregó ayuda a las familias damnificadas y prometió investigar a los responsables de las construcciones ilegales que exacerbaron los daños. “Esto no puede quedar así. Se debe hacer justicia y evitar que algo similar vuelva a ocurrir”, afirmó el mandatario.
Una ciudad vulnerable
La Paz es especialmente propensa a inundaciones y deslizamientos de tierra durante la temporada de lluvias, que apenas comienza tras una de las peores sequías en la historia reciente de Bolivia. El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología emitió una alerta naranja por lluvias en la región, advirtiendo del riesgo de nuevos desbordes. Mientras tanto, cuadrillas municipales trabajan para despejar calles y viviendas cubiertas de barro en Bajo Llojeta, donde el panorama es desolador.
Redacción de: Karen Rodríguez A.