Un informe reciente de la Red de Investigación sobre Políticas de Drogas de Ontario y Salud Pública de Ontario revela un aumento preocupante en las muertes por sobredosis en la provincia, marcadas por el consumo simultáneo de múltiples sustancias. Entre 2018 y 2022, las muertes que involucraron dos sustancias aumentaron un 167%, y aquellas relacionadas con tres o más drogas, un 186%.
En el período analizado, 12.115 muertes accidentales fueron atribuibles a opioides, estimulantes, alcohol y benzodiazepinas. El 84% de estas muertes incluyó opioides, principalmente fentanilo ilegal, mientras que los estimulantes estuvieron presentes en el 62% de los casos. El alcohol y las benzodiazepinas, aunque en menor proporción, jugaron un papel significativo.
El informe señala que el 56 % de las personas que murieron por sobredosis habían interactuado con el sistema de salud en los 30 días previos, muchas veces en servicios de emergencia. Sin embargo, Gomes advierte que la falta de especialistas en medicina de adicciones en la mayoría de los hospitales dificulta ofrecer un tratamiento adecuado.
Un programa prometedor, los servicios de consulta en medicina de adicciones, ha demostrado ser efectivo en algunos hospitales, integrando especialistas en adicciones y facilitando la transición a atención comunitaria después del alta.
Efectos de la pandemia y cambios en el suministro de drogas
La pandemia de COVID-19 exacerbó la crisis de opioides. Los confinamientos dejaron a muchas personas consumiendo drogas en aislamiento, mientras que el acceso a servicios de atención médica era limitado. Además, el fentanilo, que contaminó gran parte del suministro de drogas, ha incrementado significativamente el riesgo de sobredosis. En los últimos años, la infiltración de benzodiazepinas en el fentanilo ha empeorado la situación, ya que ambas sustancias suprimen la respiración, aumentando la letalidad.
Ontario implementará cambios en su estrategia contra la crisis de opioides. A pesar de las críticas, cerrará 10 sitios de consumo supervisado antes de marzo por su proximidad a escuelas y guarderías. En su lugar, planea lanzar centros de tratamiento basados en la abstinencia, además de establecer 375 unidades de vivienda con apoyo especializado, a un costo de 378 millones de dólares.
La crisis de sobredosis en Ontario, impulsada por el uso simultáneo de múltiples drogas y un suministro contaminado, exige soluciones integrales y urgentes. Mientras los expertos abogan por enfoques centrados en la reducción de daños y una atención médica especializada, los próximos cambios en la estrategia provincial determinarán el curso de una crisis que sigue cobrándose vidas.
Redacción de: Karen Rodríguez A.