Un grupo de exlíderes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia expresó el martes que la organización guerrillera es responsable de crímenes de guerra, incluido el secuestro de miles de civiles a cambio de rescate y también el secuestro de políticos como rehenes durante varios años con la esperanza de canjearlos por rebeldes encarcelados.
Los exlíderes de las FARC reconocieron su papel en estos crímenes durante una audiencia celebrada por la Jurisdicción Especial para la Paz, un tribunal creado tras un acuerdo de paz de 2016 entre los rebeldes de las FARC y el gobierno colombiano.
El tribunal de paz investiga los crímenes de guerra cometidos durante las cinco décadas de conflicto entre las FARC y el gobierno colombiano para encontrar formas en que las víctimas puedan ser indemnizadas.
De acuerdo con los términos del acuerdo de paz, los excombatientes que colaboren con el tribunal pueden evitar penas de prisión, pero tendrán que participar en esquemas de justicia restaurativa que determinará el tribunal especial de paz junto con las víctimas.
El tribunal de paz dice que hasta el momento ha registrado a más de 3.000 personas como víctimas de secuestros perpetrados por las FARC, antes de que el grupo se desmovilizara en 2016, aunque el número total de víctimas podría superar las 20.000, según bases de datos compiladas por grupos de derechos humanos.
En la audiencia del martes, Rodrigo Londoño, último comandante de las FARC, señaló que los secuestros fueron sancionados durante años por los cabecillas del grupo rebelde, quienes sólo exigían que no se matara a los rehenes sin su aprobación. Londoño admitió que algunos rehenes sufrieron un trato inhumano que incluía ser atados con cadenas a los árboles o retenidos dentro de cercas de alambre de púas. También dijo que algunas rehenes sufrieron abusos sexuales.
“En nombre de nuestros ideales revolucionarios cometimos crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad”, dijo el exlíder de las FARC. “Durante años condenamos a cientos de seres humanos a vivir en condiciones inhumanas y a un sufrimiento que impactó mucho en sus familias”.
