Un estudio reciente ha revelado que las mujeres experimentan una disminución significativa en sus ingresos y estabilidad laboral en los años posteriores al diagnóstico de menopausia. La investigación, realizada por expertos del University College de Londres, la Universidad de Bergen, la Universidad de Stanford y la Universidad de Delaware, examinó cómo la menopausia afecta los patrones de empleo, los ingresos y la demanda de servicios de atención médica.
El estudio, basado en datos de Suecia y Noruega, se centró en mujeres nacidas entre 1961 y 1968 que fueron diagnosticadas con menopausia entre los 45 y los 55 años. Según los hallazgos, los ingresos de estas mujeres caen en promedio un 4,3 % en los cuatro años posteriores al diagnóstico, con una pérdida que alcanza el 10 % en el cuarto año.
La principal razón de esta reducción es la menor probabilidad de que las mujeres mantengan empleos a tiempo completo y la disminución del total de horas trabajadas. Muchas mujeres abandonan por completo el mercado laboral o se cambian a trabajos a tiempo parcial, lo que repercute en su estabilidad financiera a largo plazo.
Además del impacto en la carrera profesional, los investigadores encontraron un aumento en la demanda de servicios médicos. La menopausia conduce a un mayor número de visitas al médico y a un uso permanente de medicamentos para tratar los síntomas físicos y mentales asociados con esta etapa de la vida.
Factores educativos y laborales
El estudio también reveló que el nivel educativo y el tipo de entorno laboral influyen en la magnitud del impacto económico de la menopausia. Las mujeres sin un título universitario sufren una pérdida financiera mayor en comparación con aquellas con estudios superiores.
Asimismo, el sector laboral también juega un papel importante: las mujeres que trabajan en empresas pequeñas del sector privado enfrentan una disminución de ingresos más pronunciada que aquellas empleadas en organizaciones más grandes del sector público. Estos hallazgos sugieren que el nivel de apoyo en el lugar de trabajo influye directamente en la capacidad de las mujeres para mantener su estabilidad laboral durante la transición menopáusica.
El estudio destaca la necesidad de mayor concienciación pública y acceso a atención especializada en menopausia para mitigar los efectos negativos en la vida laboral de las mujeres. Los investigadores sugieren que las políticas destinadas a apoyar a aquellas que experimentan síntomas más graves podrían tener amplios beneficios, tanto económicos como de salud pública.
A medida que aumenta la esperanza de vida y la participación femenina en el mercado laboral, abordar la “penalización de la menopausia” podría ser clave para garantizar una mayor equidad en el entorno profesional y reducir las brechas salariales de género a largo plazo.
Redacción de: Karen Rodríguez A.