El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que Tom Homan, exdirector interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), asumirá el papel de “zar de la frontera” en su próxima administración. Homan tendrá bajo su responsabilidad todas las operaciones de seguridad en las fronteras del país, así como la supervisión de las políticas de deportación de migrantes indocumentados.
El anuncio llega en un momento en que Trump promete llevar a cabo una serie de políticas migratorias de línea dura, incluyendo la deportación de inmigrantes indocumentados a una escala sin precedentes. “Tienen mi palabra: si Trump vuelve en enero, lanzaremos el mayor operativo de deportación jamás visto en este país”, aseguró Homan en una entrevista reciente. Con el nuevo cargo, Homan también estará a cargo de la vigilancia en las fronteras norte y sur, la seguridad marítima y de la aviación.
Amplia experiencia en inmigración
Tom Homan es un exagente de la Patrulla Fronteriza con una carrera de más de 30 años en inmigración. Durante su tiempo como director interino de ICE, en la administración de Trump (2017-2018), Homan fue una figura clave en la implementación de la política de “tolerancia cero”, que derivó en la separación de miles de familias migrantes en la frontera sur. Esta experiencia lo convierte en un aliado cercano a Trump en su misión de endurecer las políticas migratorias. Durante el mandato de Trump, Homan supervisó un aumento del 40% en las detenciones de migrantes indocumentados y estableció políticas para realizar detenciones de migrantes en juzgados y lugares de trabajo.
Trump ha prometido acabar con los programas de acogida a migrantes y reinstaurar la política de separación de familias en la frontera. Además, Homan ya ha planteado la posibilidad de reactivar las redadas en lugares de trabajo y ampliar la vigilancia en la frontera sur, con un énfasis en la seguridad pública y en la deportación de personas consideradas una amenaza para el país.
El nombramiento de Homan también presenta desafíos logísticos y financieros para el plan de Trump. La capacidad actual de detención del ICE es de unas 41.500 camas, y no todos los países están dispuestos a aceptar a sus ciudadanos deportados. Trump y Homan podrían enfrentar oposición en el Congreso, donde varios legisladores han manifestado preocupación sobre el impacto de estas políticas en las comunidades migrantes y el respeto a los derechos humanos.
Homan será una figura clave en esta administración para coordinar respuestas rápidas en las fronteras y controlar la entrada y salida de personas. Trump y su equipo confían en que la amplia experiencia de Homan en temas de inmigración e implementación de políticas de seguridad fronteriza será un recurso esencial en su objetivo de llevar a cabo una política migratoria más restrictiva y expansiva a la vez.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
