Las autoridades provinciales de salud han dejado de recibir las pruebas rápidas de antígenos de COVID-19. Entre las razones del gobierno federal para no enviar más las pruebas están, que ya no se consideran fundamentales y también que millares están a punto de caducar.
En un comunicado, Anne Génier, de la agencia Salud Canadá, comentó que el país está muy bien preparado para dar una respuesta rápida de COVID. El país posee inventarios sólidos y cuenta con 90 millones de pruebas rápidas, que valen hasta el 2025, dijo.
Desde el inicio de la pandemia, el gobierno federal invirtió aproximadamente 5 mil millones de dólares en la adquisición de 811 millones de pruebas, de este total, envió a las provincias y territorios alrededor de 680 millones.
La decisión del gobierno federal de no enviar más pruebas, se tomó a finales del mes de enero con la participación de las autoridades sanitarias provinciales y territoriales. Ellos aseguraron que tienen suficientes provisiones de pruebas.
La mayor parte de las regiones afirmaron que todavía no han destruido ni reutilizado las pruebas de antígenos, debido a que Salud Canadá decidió ampliar la fecha de caducidad de varias marcas.
Por otro lado, especialistas declararon que tener grandes reservas de pruebas rápidas de antígenos no es necesariamente una garantía, debido a la mutabilidad del virus, podrían ser menos eficientes, dijeron.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporter