Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, ha vuelto a generar tensiones internacionales al mencionar su intención de retirar el país de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) si los aliados no “pagan sus cuentas”.
Esta declaración, realizada durante una entrevista en el programa Meet the Press de NBC. Trump aseguró que permanecer en la OTAN dependerá de que los miembros cumplan con sus compromisos financieros. “Si pagan, nos quedamos. Si no, reconsideraremos nuestra relación”, enfatizó el líder republicano. La OTAN, fundada en 1949, ha sido durante décadas un pilar central en la defensa colectiva frente a amenazas globales, especialmente en Europa.
Las declaraciones del presidente electo han generado reacciones inmediatas entre los líderes europeos. Algunos, como el presidente francés Emmanuel Macron, han destacado la necesidad de una mayor autonomía estratégica para Europa. “Europa debe asumir más responsabilidad por su propia seguridad”, afirmó Macron, subrayando que la posible salida de Estados Unidos de la OTAN sería un golpe significativo para la estabilidad del continente.
Por su parte, funcionarios de la Unión Europea han expresado su preocupación por el impacto de estas declaraciones en la cohesión de la alianza militar, especialmente en un momento de creciente tensión con Rusia.
Apoyo a Ucrania
Trump también enfatizó en su deseo de reducir el apoyo financiero y militar a Ucrania, que ha sido un eje central de la política exterior estadounidense bajo la administración de Joe Biden. “Es probable que reduzcamos la ayuda a Ucrania”, afirmó Trump, aunque no especificó la magnitud de los recortes.
Esta postura ha alarmado a Ucrania y a los países europeos, que ven en el apoyo estadounidense un factor crucial para contrarrestar la invasión rusa. En este contexto, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski expresó su esperanza de que Estados Unidos mantenga su compromiso, destacando que “la libertad y la seguridad global están en juego”.
La posible retirada de Estados Unidos de la OTAN y los recortes a la ayuda a Ucrania representan un cambio radical en la política exterior estadounidense. Analistas advierten que estas medidas podrían debilitar las relaciones transatlánticas y dar espacio a potencias como Rusia y China para expandir su influencia global. Con su retorno a la Casa Blanca en enero, Trump tendrá la oportunidad de implementar estas políticas, aunque se espera que enfrente oposición tanto en el Congreso como entre los aliados internacionales.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
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