La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha enviado una carta a Google impugnando la decisión del gigante tecnológico de cumplir con la orden del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de renombrar el Golfo de México como “Golfo de América” en su plataforma de mapas. La mandataria mexicana argumentó que el cambio es injustificado y no cuenta con reconocimiento internacional.
Sheinbaum mostró el documento durante su conferencia matutina del jueves y declaró: “En el caso de México, ¿dónde tenemos plena soberanía? En el área establecida como 12 millas náuticas desde la línea de costa, y esto aplica para todos los países del mundo”. Además, enfatizó que “si un país quiere cambiar la designación de algo en el mar, esto sólo se aplicaría hasta 12 millas náuticas. No se puede aplicar al resto, en este caso, el Golfo de México. Así lo explicamos detalladamente a Google”.
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Google aplica el cambio en EE.UU., pero mantiene el nombre original en México
El lunes, Google anunció que los usuarios de Google Maps en Estados Unidos verán el Golfo de México renombrado como “Golfo de América”. La empresa justificó la medida indicando que está alineada con su “práctica de aplicar cambios de nombre cuando han sido actualizados en fuentes oficiales del gobierno”. Sin embargo, en México, el nombre “Golfo de México” se mantendrá en la plataforma, mientras que el resto del mundo verá ambos nombres.
Trump firmó la orden ejecutiva poco después de asumir el cargo, argumentando que el cambio “honra la grandeza estadounidense” y reconoce “este floreciente recurso económico y su importancia crítica para la economía de nuestra nación y su gente”. La medida también instruye a todas las agencias del gobierno federal a reflejar el cambio en documentos y mapas oficiales.
La respuesta de México y el contexto internacional
Sheinbaum destacó que el nombre “Golfo de México” ha sido utilizado por la comunidad internacional desde 1776 y que está registrado en los índices de la Organización Hidrográfica Internacional (OHI), organismo del que tanto México como Estados Unidos son miembros. En la carta enviada a Google, la presidenta enfatizó que la designación “no obedece a una imposición de una fuente gubernamental única, sino que es un nombre aceptado y registrado históricamente”.
La controversia surge en medio de tensiones diplomáticas entre ambos países, pues el Golfo de México es una de las regiones de producción de petróleo en alta mar más importantes del mundo. Actualmente, México, Estados Unidos y Cuba tienen acuerdos internacionales de delimitación marítima, establecidos por la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y la OHI.
Expertos señalan que para que Trump pudiera cambiar oficialmente el nombre del Golfo de México, necesitaría la aprobación de México y Cuba, además del respaldo de organismos internacionales como la OHI y el Grupo de Expertos de Naciones Unidas en Nombres Geográficos (UNGEGN).
Hasta ahora, México mantiene su postura firme en defensa de la denominación histórica del Golfo de México, mientras que Trump busca consolidar el cambio dentro de los mapas y documentos gubernamentales de Estados Unidos. Si bien es probable que el nuevo nombre sea reconocido a nivel interno en EE.UU., la comunidad internacional no necesariamente lo aceptará.
El gobierno mexicano ha dejado claro que continuará su lucha por preservar el nombre del Golfo de México en instancias diplomáticas y ante empresas como Google. “No se trata sólo de un nombre, sino del respeto a la historia, la soberanía y los acuerdos internacionales”, concluyó Sheinbaum.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
