Bolivia atraviesa un periodo de intensa conflictividad social, con múltiples frentes de protesta que ponen en jaque al gobierno de Luis Arce. La crisis se agudiza con cortes de carreteras, bloqueos de rutas y amenazas de toma de pozos petroleros, en medio de una disputa política interna en el Movimiento al Socialismo (MAS) y un deterioro económico significativo.
En este contexto, vecinos y sindicatos agrarios han cortado una carretera vital que une el oriente con el occidente del país, en protesta por la falta de respuesta del gobierno a su demanda de construir una nueva vía. Este bloqueo afecta gravemente la conectividad entre Santa Cruz y otras regiones. Juan Ramos, dirigente vecinal, ha advertido con tomar medidas más drásticas, como la toma de pozos petroleros y el cierre de válvulas si no se atienden sus demandas.
Simultáneamente, transportistas de El Alto están bloqueando la ruta que conecta La Paz con el resto del país, protestando por el desabastecimiento de combustible. La situación se ha vuelto insostenible, con quejas constantes sobre la intermitencia en el suministro de diésel y gasolina. El dirigente Willy Ayala ha expresado la frustración del sector: “Un día hay diésel y otro día no, no podemos seguir así”.
El malestar social se extiende a las ciudades de Santa Cruz y Cochabamba, donde juntas vecinales han convocado marchas con cacerolas para protestar por el aumento en el costo de vida. Las amas de casa han sido particularmente vocales sobre el impacto de los precios elevados en su economía diaria.
Disputa política interna en el MAS
El gobierno de Arce enfrenta no solo problemas económicos y sociales, sino también una fuerte disputa interna en el MAS, con el expresidente Evo Morales y Arce compitiendo por el control del partido. Morales ha sido acusado por el ministro de Obras Públicas y Transporte, Edgar Montaño, de fomentar los bloqueos con fines políticos. La crisis ha paralizado la Asamblea Legislativa, impidiendo la aprobación de créditos necesarios para afrontar la crisis económica. Arce ha acusado a Morales de boicotear su gobierno y de conspirar con partidos de oposición.
Además, la situación económica de Bolivia se ha deteriorado, con una caída en las exportaciones y en las reservas internacionales, lo que ha dificultado la importación de combustible a precios subvencionados. El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, ha atribuido el aumento de precios de algunos alimentos a factores climáticos, contrabando y especulación, calificando el problema como transitorio.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
