Un explosivo lanzado contra el primer ministro japonés, Fumio Kishida, en un mitin electoral el sábado (15 de abril) generó preguntas alarmantes sobre el estado de la seguridad de los VIP, menos de un año después de que un ex primer ministro fuera asesinado a tiros y semanas antes de que Japón reciba a los líderes del G7.
Kishida estaba a punto de hablar en un evento de campaña electoral en un puerto pesquero en la ciudad de Wakayama, en el oeste de Japón, cuando un pequeño cilindro de metal humeante aterrizó a un metro de él. Kishida fue sacado del área parcialmente cerrada mientras la policía y los transeúntes sometían a un sospechoso. Segundos después, el dispositivo explotó. Los medios dijeron que una o dos personas resultaron levemente heridas.
El incidente expone vulnerabilidades en el sistema de seguridad de Japón y la falta de cambios tras el asesinato del ex primer ministro, Shinzo Abe, durante una campaña electoral el año pasado.
Después del asesinato de Abe, se reforzó la seguridad en torno a los políticos, a pesar de que Japón cuenta con bajas tasas de delitos violentos y además tiene una estricta legislación sobre el uso de armas.
Un día después del ataque en el puerto, Kishida, que reanudó la campaña electoral, prometió que su país aumentaría la seguridad alrededor de los eventos políticos, sobre todo estos días donde Japón hace de anfitrión de varias reuniones ministeriales del G7. “En un momento en que funcionarios de alto rango de todo el mundo están de visita, Japón en su conjunto necesita maximizar sus esfuerzos para garantizar la seguridad”, dijo Kishida.
En este escenario, diplomático del G7 -conformado por Canadá, Alemania, Francia, Italia, Japón, el Reino Unido y Estados Unidos- han llegado a Japón desde el domingo para abordar temas sobre las crisis actuales y buscar formas de terminar con la guerra de Rusia en Ucrania, confrontar la agresividad china hacia Taiwán y persuadir a Corea del Norte para que regrese a las negociaciones nucleares. Esto previo a la cumbre del G7 de 2023 que se celebrará del 19 al 21 de mayo en Hiroshima.
Redacción de: Karen Rodríguez
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