A solo tres días de concluir su mandato, el presidente saliente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció una serie de beneficios en efectivo destinados a sus aliados sindicales, continuando con una política de gasto que ha favorecido a sus seguidores. El anuncio de López Obrador incluyó la concesión de 95 millones de dólares anuales en pensiones para trabajadores sindicalizados del sector eléctrico que fueron despedidos en 2009 y no habían cumplido los requisitos para jubilarse.
El mandatario justificó la medida como “un acto de justicia” hacia los trabajadores que apoyaron sus campañas presidenciales. Este gesto se suma a otros apoyos económicos otorgados por López Obrador a grupos leales, como la donación de 45 millones de dólares a ex trabajadores de Mexicana de Aviación el año pasado, pese a que el valor comercial de la marca de la aerolínea era prácticamente nulo.
Política de austeridad
Estas acciones contrastan con la política de austeridad que López Obrador ha defendido durante su sexenio, reduciendo servicios gubernamentales y programas de supervisión, argumentando que “no se puede tener un gobierno rico con gente pobre”. Sin embargo, su administración ha priorizado proyectos de infraestructura emblemáticos, como el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas, mientras la deuda pública creció a niveles históricos, con un déficit del 5% del PIB.
Analistas han criticado las políticas contradictorias del presidente, señalando que han dejado a México con una mayor deuda y menos inversión en áreas clave como la construcción de infraestructura y la seguridad pública. “Paradójicamente, esta administración termina con más deuda y un déficit presupuestario muy alto”, afirmó Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base.
En sus últimos días, López Obrador también ha intensificado sus enfrentamientos con empresarios, expropiando el lunes una propiedad valorada en 1.900 millones de dólares perteneciente a la empresa estadounidense Vulcan Materials. La compañía ha denunciado que la expropiación viola el tratado de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá.
Asimismo, el presidente ha protagonizado disputas con el magnate Ricardo Salinas Pliego, acusándolo de deber más de 1.000 millones de dólares en impuestos atrasados, lo que ha generado una escalada de tensiones con el poderoso empresario.
López Obrador dejará la presidencia dejando un legado marcado por políticas contradictorias y controversias con sus detractores.
Redacción de: Karen Rodríguez A.