En Quebec ya se está viviendo la segunda ola de COVID-19, por lo que no tarda en llegar al resto del país.
A la fecha, la provincia de Ontario ha reportado un aumento del 75% en los casos positivos de COVID-19 en las regiones de Toronto, Ottawa y Peel. Sólo en Toronto se han confirmado alrededor de 100 casos nuevos por día.
Se espera que esta segunda ola pueda ocurrir de tres formas diferentes, según las proyecciones del Centro de Investigación y Política de Enfermedades Infecciosas. Estas son:
- Escenario 1: se presentará con una serie de pequeñas olas repetitivas que ocurrirán de manera constante durante el próximo año y luego disminuirán gradualmente con el tiempo.
- Escenario 2: llegará con una gran ola en el otoño o el invierno y presentando olas posteriores más pequeñas a partir de entonces, similar a lo que se observó con la pandemia de influenza de 1918-19.
- Escenario 3: será en especie de una “quema lenta” de transmisión en curso y ocurrencia de casos, pero sin un patrón de onda claro.
Independientemente del escenario que se desarrolle, es importante que el gobierno y los funcionarios de salud estén preparados para atender y atacar el nuevo brote, por esto, el pasado martes, el primer ministro Doug Ford dio a conocer una parte de la nueva estrategia para atender la pandemia, la cual incluye más pruebas y límites de recolección reducidos, así como también la campaña de vacunación contra la gripe más grande en la historia de la provincia. “Hemos pedido 5,1 millones de dosis para toda la provincia y estamos trabajando para pedir aún más. “Cualquiera que quiera vacunarse contra la gripe puede recibir una, y ánimo a todos a que por favor se vacunen contra la gripe este año. Es absolutamente fundamental”, afirmó Ford.
Si bien el plan contra la pandemia aún no se ha publicado del todo, ya se sabe que también incluirá lo siguiente:
- Mantenimiento de fuertes medidas de salud pública, incluida la expansión continua de las pruebas y la gestión de casos y contactos;
- Identificación, manejo y prevención de brotes de COVID-19;
- Esfuerzos acelerados para reducir los retrasos en los servicios de salud;
- Preparaciones para sobretensiones en casos de COVID-19;
- Reclutamiento, retención, capacitación y apoyo de los trabajadores de la salud, así como el compromiso continuo de las familias y los cuidadores;
Por su parte, Toronto Public Health también está haciendo su trabajo y se encuentra contratando más personal, más rastreadores de contactos y enfermeras para el apoyo en el terreno en las escuelas, de igual forma, invirtió en un centro de aislamiento voluntario para las personas que no pueden aislarse en casa y continúan apoyando los sitios de prueba emergentes.
“Es importante dejar claro que con la reapertura existe un mayor riesgo de exposición. Pero se pueden tomar medidas para minimizar su riesgo, tal como lo hicimos al comienzo de este brote. Es posible que esté cansado de escucharme decir que lávese las manos, observe la distancia y use la máscara, pero por favor no se canse de hacer estas cosas”, dijo la Dra. Eileen de Villa
Actualmente hay más de 3500 infecciones activas confirmadas en toda la provincia, que es la cantidad máxima que se ha presentado desde el 9 de junio, y sin un plan claro, es posible que estemos viendo una repetición de la primera ola o algo peor.
Los padres, maestros y estudiantes de Ontario todavía han estado esperando el anuncio formal del primer ministro Doug Ford sobre si las escuelas reabrirán o no junto con el resto de la provincia en las próximas semanas, pero Ford, ya confirmó que los estudiantes no regresarán a la escuela en persona antes de las vacaciones de verano.