Si crees que la congestión del tráfico, los vehículos de transporte público abarrotados y la grave falta de opciones de viviendas asequibles son malos en Toronto en este momento… espera unos 25 años para ver que tanto empeoran ya que, según los expertos estos problemas se intensificarán no solo en la ciudad más grande de Canadá, sino en toda la provincia de Ontario a medida que aumenta la población.
Los funcionarios del gobierno proyectan que la ciudad de Toronto propiamente dicha, que actualmente tiene una población de casi tres millones de residentes, se incremente, aproximadamente, en la misma cantidad de nuevos residentes por sí sola para 2046. Tan solo en los próximos diez años, se espera que Ontario agregue la cifra de 2,27 millones de personas a sus 14,5 millones de residentes actuales, según el Ministerio de Finanzas; de esos, 1,2 millones de ellos en el área metropolitana de Toronto.
En otras palabras, si el Ministerio de Finanzas de Ontario tiene razón en sus proyecciones, cerca de cuatro millones de personas vivirán en el 416, unos 25 años después. Pero, ¿dónde van a residir todos? ¿y cómo se lo permitirán?
Un nuevo artículo de investigación del Smart Prosperity Institute, con sede en Ottawa, llamado Baby Needs a New Home, publicado esta semana, afirma que Ontario necesita construir al menos un millón de casas nuevas durante los próximos diez años para satisfacer las demandas de su población en rápido crecimiento ya que, no hacerlo empujará a las familias jóvenes a salir de muchas ciudades y comunidades, hasta que encuentren lugares que sean asequibles para vivir, similar al éxodo que se ha visto en Toronto en medio de la pandemia de COVID-19.
“La población de Toronto creció más rápido [de 2016 a 2021] que la vivienda necesaria para adaptarse a ese crecimiento. La demanda de vivienda acelerada, junto con un cambio real en la tasa de terminación de viviendas, aseguró que la demanda de vivienda excediera la oferta. No es sorprendente que esto condujera a un aumento de los precios de las viviendas (así como a los alquileres) en la ciudad de Toronto, pero también provocó un éxodo de familias jóvenes fuera de la ciudad de Toronto en busca de vivienda. Las diez edades más comunes, en la red, para que las personas salgan de Toronto y Peel a otras partes de la provincia son 0, 1, 2, 27, 28, 29, 30, 31, 32 y 33. Es decir, bebés y niños pequeños y sus padres”, señala el informe.
Toronto puede ser el lugar donde esta tendencia está surgiendo, pero es solo la punta del iceberg, incluso con un mínimo neto proyectado de 30,000 personas que se unirán a la población de la ciudad por año, cada año, hasta 2046.
Lo importante es que, la capacidad de construir suficientes viviendas para los futuros residentes de Ontario en su conjunto tendrá enormes implicaciones sobre la economía del país, el medio ambiente y la calidad de vida, según el informe. “La población de Ontario creció en casi un millón de personas en los últimos cinco años entre el 1 de julio de 2016 y el 30 de junio de 2021, después de crecer en poco más de 600.000 personas en los cinco años anteriores. Esto aumentó drásticamente la demanda de vivienda, mientras que la tasa en qué nuevas viviendas se construyeron se mantuvo prácticamente sin cambios. Este aumento de la demanda, de los jóvenes habitantes de Ontario que han comenzado o les gustaría formar una familia sin cambios en la oferta, contribuyó al aumento de los precios de las viviendas y la escasez de viviendas aptas para familias en el sur de Ontario antes de la pandemia”, se lee en el resumen ejecutivo del informe.
Si las proyecciones de población del Ministerio de Finanzas de Ontario resultan precisas y 2,27 millones de nuevas personas se unen a la provincia para 2031, los investigadores dicen que se formarían 911,347 hogares adicionales. Y eso sin incluir los formados en los últimos cinco años; y sin mencionar que no se debe construir cualquier casa, sino casas adecuadas para familias enteras (a diferencia de los pequeños condominios tipo estudio en el centro de Toronto).
En última instancia, si esta demanda se puede satisfacer o no, depende de las decisiones políticas que se tomen ahora en relación con la inmigración, el trabajo, los estudiantes internacionales y (más notablemente) la vivienda.“La cantidad de viviendas que se construyan en última instancia en la provincia será el resultado de las decisiones que tomen todos los niveles de gobierno en los próximos años. Si Ontario gestiona, a través del complejo sistema de planificación que en última instancia requiere que los gobiernos municipales implementen Planes Oficiales, para garantizar que la oferta de vivienda coincida con la demanda proyectada de vivienda, la economía provincial y los residentes de la provincia se beneficiarán enormemente a medida que la calidad de vida mejore y la vivienda se convierta en más disponible, alcanzable y sostenible”, se lee en la conclusión del informe.