Ana Estrada, una psicóloga peruana de 47 años que padecía polimiositis, una enfermedad incurable que debilita los músculos, falleció por eutanasia, convirtiéndose en la primera persona en Perú en obtener el derecho a morir con asistencia médica.
Durante años, Estrada luchó en los tribunales peruanos por el derecho a morir con dignidad, convirtiéndose en una figura prominente en un país donde la eutanasia y el suicidio asistido son ilegales. En 2022, la Corte Suprema de Perú concedió a Estrada una excepción, permitiéndole decidir cuándo poner fin a su vida y asegurando que quienes la ayudaran no serían castigados.
Su abogada, Josefina Miró Quesada, declaró que la lucha de Ana trascendió las fronteras de Perú, educando a miles sobre este derecho y su importancia. “La lucha de Ana por su derecho a morir dignamente ha ayudado a educar a miles de peruanos sobre este derecho y la importancia de defenderlo”, dijo en un comunicado la abogada. “Su lucha trascendió las fronteras de nuestra nación”
Estrada fue diagnosticada con polimiositis en su adolescencia y, a los 20 años, perdió la capacidad de caminar, utilizando una silla de ruedas desde entonces. A pesar de su enfermedad, logró obtener un título en psicología y se independizó. Sin embargo, en 2017, su condición se deterioró al punto de confinarla en cama.
Utilizando un software de transcripción, Ana mantuvo un blog llamado “Ana por una muerte digna”, donde compartió sus luchas y decisiones.
Con el apoyo del Defensor del Pueblo de Perú, Estrada ganó una demanda que le otorgó el derecho a morir con eutanasia. Aunque valoraba la vida y no quería morir de inmediato, deseaba tener la libertad de decidir cuándo poner fin a su sufrimiento.
Eutanasia a nivel mundial
Varios países han legalizado la eutanasia, incluidos Canadá, Bélgica y España. Algunos estados de EE.UU., incluidos Maine y Oregón, permiten el suicidio asistido por un médico, en el que un médico proporciona a un paciente terminal los medios para poner fin a su vida.
La eutanasia es ilegal en la mayoría de los países latinoamericanos, excepto en Colombia, que la legalizó en 2015 y en Ecuador, que despenalizó la práctica en febrero.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
