La Organización Mundial de la Salud (OMS) levantó este viernes, 5 de mayo, su más alto nivel de alerta sobre la pandemia de COVID-19, que dejó al menos 20 millones de muertos en el mundo, al considerar que estaría suficientemente controlada. Un paso importante hacia el final de la pandemia que ha interrumpido la economía global y devastado comunidades.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, dijo que “Con gran esperanza declara que el COVID-19 ya no es una emergencia sanitaria de alcance internacional”.
Expertos del Comité de Emergencia, que el director de la OMS decidió implementar en el marco de la pandemia, consideraron que “era hora de pasar a una gestión a largo plazo de la pandemia de COVID-19”, a pesar de las incertidumbres que subsisten sobre la evolución del virus.
El más alto nivel de alerta de la organización fue declarado el 30 de enero de 2020, semanas después de la detección en China de los primeros casos de esta enfermedad viral respiratoria contra la cual no existía ningún tratamiento específico.
Pese al fin de la declaración de emergencia, los expertos de la OMS resaltaron que esta acción “no significa que el COVID-19 dejó de ser una amenaza global”.
“Nosotros no declaramos cuando comienzan o terminan las pandemias, epidemiológicamente ese virus continuará causando olas (de casos). En lo que estamos esperanzados es que tenemos las herramientas para asegurar que esas olas no terminen en una enfermedad más severa”, apuntó Maria Van Kerkhove, epidemióloga líder de la OMS.
Adicional a la declaración de la OMS, el Comité de Emergencia solicitó establecer un comité de revisión para desarrollar recomendaciones permanentes para los países, a largo plazo, sobre cómo manejar COVID-19 de manera continua. Esto incluiría acciones en cinco áreas centrales: vigilancia colaborativa, protección comunitaria, atención segura y acceso a contramedidas y coordinación de emergencias.
Redacción de: Karen Rodríguez
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