Manifestantes bloquearon el martes los accesos al Congreso de la Ciudad de México en rechazo a una propuesta de reforma constitucional que obligaría a los jueces a postularse para elecciones. La reforma, impulsada por el partido Morena del presidente Andrés Manuel López Obrador, ha generado controversia y preocupación por la independencia del poder judicial.
Una mezcla de empleados judiciales, estudiantes y otros críticos se congregaron frente a las entradas de la cámara baja del Congreso, donde colocaron cuerdas y entonaron consignas en defensa del sistema judicial actual. Entre los manifestantes, varios empleados de la Suprema Corte se declararon en huelga como parte de las protestas, argumentando que las reformas propuestas politizarían y desprofesionalizarían el sistema judicial mexicano.
Actualmente, los jueces y secretarios judiciales ascienden a puestos superiores en función de sus méritos y antecedentes profesionales. Sin embargo, las reformas permitirían que cualquier abogado con calificaciones mínimas se postule para cargos judiciales, e incluso algunas candidaturas podrían ser decididas por sorteo. El gobierno ha defendido las reformas alegando que los tribunales son corruptos, pero los críticos lo ven como un intento de López Obrador por concentrar poder y minar la independencia judicial.
¿Qué pasa en el Congreso?
El partido gobernante Morena cuenta con la mayoría de dos tercios necesaria en el Congreso para aprobar las reformas. El líder del partido en el Congreso, Ricardo Monreal, aseguró que la votación se llevará a cabo, aunque posiblemente fuera del edificio del Congreso. Monreal sugirió que los legisladores podrían ser convocados en un hotel o centro de convenciones lejos del centro de la ciudad para evitar confrontaciones.
Las reformas propuestas también incluyen la implementación de límites de tiempo para que los jueces emitan sentencias, como medida para evitar que los juicios se prolonguen durante décadas, un problema común en el sistema judicial mexicano. No obstante, los críticos temen que las reformas llenen los tribunales de jueces con prejuicios políticos y poca experiencia.
La controversia ha alcanzado niveles internacionales, con el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, expresando su preocupación por el impacto que podría tener la reforma en la democracia mexicana y en la relación comercial entre ambos países. En respuesta, López Obrador afirmó haber “puesto en pausa” las relaciones con las embajadas de Estados Unidos y Canadá, calificando sus críticas como una violación a la soberanía de México.
El debate sobre la reforma judicial se da en un contexto en el que Morena y sus aliados obtuvieron mayorías significativas en las elecciones del 2 de junio, lo que ha permitido al presidente López Obrador avanzar en su agenda de cambios constitucionales, incluyendo la eliminación de agencias reguladoras y de supervisión independientes.
Redacción de: Karen Rodríguez A.