Una de las noticias más esperadas ha sido finalmente anunciada por el secretario de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, quién afirmó que el 8 de noviembre se abrirán las fronteras terrestres y de ferry a los viajeros vacunados de Canadá y México para visitas no esenciales al país norte americano.
“En consonancia con el nuevo sistema de transporte aéreo internacional que se implementará en noviembre, comenzaremos a permitir que los viajeros de México y Canadá que estén completamente vacunados contra el COVID-19 ingresen a los Estados Unidos con fines no esenciales, como visitar a amigos y familiares o para el turismo, a través de los cruces fronterizos terrestres y en ferry. Los viajes transfronterizos crean una actividad económica significativa en nuestras comunidades fronterizas y benefician a nuestra economía en general. Nos complace tomar medidas para reanudar los viajes regulares de una manera segura y sostenible”, dijo el secretario Mayorkas.
Aquellos que deseen ingresar a los Estados Unidos, ya sea por tierra o en ferry, deberán proporcionar un comprobante de vacunación, y a los que no puedan mostrarlo se les negará la entrada. Si bien la noticia es, definitivamente, un gran paso adelante en el regreso a las condiciones normales de viaje, ha sido un poco controversial ya que no todos los canadienses podrán ser elegibles para cruzar la frontera, incluso si están doblemente vacunados debido a que todavía no se sabe si los receptores de la vacuna AstraZeneca, que aún no ha sido aprobada en USA, serán admitidos en los estados; así como las personas que recibieron dosis de vacunas diferentes, una medida que se aprobó en Canadá pero no en Estados Unidos.
Sin embargo, para todos aquellos que recibieron las vacunas Moderna o Pfizer, esta será la primera oportunidad de viajar por tierra a este país desde que la frontera se cerró temporalmente el 20 de marzo de 2020, casi 19 meses completos ahora.
Cabe resaltar que existen unos cuantos frenos a la hora de viajar, además de si estás vacunado con una vacuna aprobada por el país norteamericano, tal cual es requisito de un resultado negativo de la prueba COVID-19 para volver a ingresar a Canadá, una política fronteriza canadiense que podría estar vigente en las fronteras terrestres. El Toronto Star descubrió que, si bien las pruebas de PCR con un tiempo de respuesta de 72 horas suelen ser gratuitas para los residentes estadounidenses, cuestan aproximadamente $75 (dólares estadounidenses) para los canadienses y la única ubicación de Buffalo que ofrece la prueba en 24 horas cuesta $160 (dólares estadounidenses).
La reapertura de la frontera terrestre planificada para el próximo mes es la primera en un proceso de dos etapas para reintroducir los viajes a los Estados Unidos. La segunda etapa está programada para enero, ampliando los requisitos de vacunación completa a viajeros esenciales como camioneros, estudiantes y trabajadores de la salud.