El gobierno colombiano ha expresado su disposición a negociar con el Clan del Golfo, el principal cártel de drogas activo en el país, con la intervención de la fiscalía. El grupo armado ilegal habría respondido afirmativamente a esta oferta en un comunicado emitido el martes.
A pesar de su presencia en más de 390 municipios, según la Defensoría del Pueblo, el Clan del Golfo no forma parte de la política de “paz total” promovida por el presidente Gustavo Petro, que busca negociaciones simultáneas con varios grupos al margen de la ley.
El presidente Petro propuso al clan un acogimiento colectivo a la justicia con negociaciones jurídicas con la fiscalía para desmantelar sus actividades ilícitas. El Clan del Golfo habría aceptado negociar “condiciones políticas que permitan las transformaciones sociales que todos queremos” en las regiones donde opera.
Sin embargo, el alto comisionado para la Paz, Otty Patiño, no confirmó la veracidad del comunicado, señalando que las características del grupo sugieren un sometimiento a la justicia más que una negociación política. Se desconoce la capacidad de los intermediarios que dicen representar al Clan del Golfo para un proceso de negociación.
Petro advirtió que, si el Clan del Golfo no está dispuesto a negociar, las fuerzas estatales continuarán combatiéndolos con el objetivo de destruir la organización. Este anuncio se produce después de un intento fallido de acercamiento entre el gobierno y el Clan del Golfo el año pasado, que incluyó un pacto de cese al fuego bilateral.
El Clan del Golfo, también conocido como Autodefensas Gaitanistas de Colombia, está involucrado en diversas actividades ilegales, incluyendo el tráfico de drogas, la minería ilegal y el tráfico de armas y de migrantes a través de la selva del Darién que conecta a Colombia con Panamá. Según estimaciones de seguridad estadounidenses, estas actividades generan alrededor de 4.400 millones de dólares al año.
¿Cuál es la situación actual del Clan del Golfo en Colombia?
A pesar de la captura de su líder anterior, alias “Otoniel”, en 2021, el Clan del Golfo ha continuado expandiéndose y actualmente cuenta con aproximadamente 9.000 integrantes. Su estructura incluye exparamilitares, exguerrilleros e incluso exsoldados, y se caracteriza por una organización disciplinada y una voluntad de expansión similar a la de los paramilitares.
El gobierno de Petro aún no ha otorgado un estatus político al Clan del Golfo, manteniéndolo en la categoría de “crimen de alto impacto”, lo que lo excluye de las negociaciones de paz y lo somete a la justicia a cambio de penas reducidas que aún no han sido definidas por el Congreso. Sin embargo, la presencia del Clan del Golfo representa una amenaza para otros intentos de diálogo en el país debido a su rivalidad con otras organizaciones ilegales.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
