Cientos de transportistas de carga en Colombia protestaron el martes con sus vehículos bloqueando carreteras nacionales y accesos a Bogotá, en rechazo al reciente aumento del precio del diésel. Esta alza, la primera en más de cuatro años, representa un gasto adicional significativo para el sector transportador, que ya enfrenta dificultades económicas.
Las protestas comenzaron el viernes con caravanas en las principales ciudades del país, pero desde el fin de semana las manifestaciones se intensificaron cuando el gobierno dejó en firme la resolución que aumentó el precio del diésel en 1.904 pesos colombianos (equivalente a 0,50 dólares) por galón. El alza entró en vigor el pasado sábado.
En Bogotá, los transportistas lograron bloquear una de las principales calles de Usme, al sur de la capital, con un par de tractocamiones y volquetas, dejando sin acceso al transporte público a cientos de personas. La situación se repitió en al menos seis puntos más de la ciudad y en más de 50 municipios del país. Según la policía, aproximadamente 2.300 personas participaron en las protestas, generando 29 bloqueos permanentes y 37 intermitentes en departamentos como Santander, Antioquia, Cundinamarca y Boyacá.
Posición del Gobierno
El gobierno de Gustavo Petro justificó el aumento del diésel como una medida necesaria para reducir el déficit fiscal generado por el subsidio al combustible a través del Fondo de Estabilización de Precios para los Combustibles (Fepc). Desde 2019, los precios del diésel en Colombia habían permanecido congelados, mientras los costos internacionales del petróleo seguían en ascenso.
El presidente Petro explicó que el déficit causado por este subsidio ha alcanzado cifras millonarias y advirtió que, de no aumentar el precio del diésel, el país se vería obligado a utilizar recursos destinados a programas sociales. “Toco pagarle la deuda a Ecopetrol y no se hará con el dinero que va a los niños hambrientos y sin salud”, afirmó el mandatario en su cuenta de X.
El Ministerio de Transporte aceptó reunirse este martes con representantes de los transportistas en un intento por llegar a un acuerdo de emergencia. Sin embargo, los diálogos previos entre el gobierno y el sector no han logrado avances significativos.
Para los transportistas, el incremento en el precio del diésel representa un fuerte golpe a su economía. Diego Torres, miembro de la asociación de camioneros ladrilleros de Bogotá, señaló que un viaje habitual ahora podría costarles entre 100.000 y 120.000 pesos adicionales (unos 29 dólares). Además, los transportistas han expresado otras preocupaciones, como la inseguridad en las carreteras y el mal estado de la infraestructura vial.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
