La vergonzosa situación de haber invitado a un hombre con pasado nazista y haber propiciado una estruendosa ovación en el Parlamento canadiense, ha colocado en riesgo la permanencia del presidente de la Cámara de los Comunes, Anthony Rota, en su cargo.
El propio primer ministro Justin Trudeau, calificó el hecho de “profundamente vergonzoso” para la nación. Anthony Rota, se disculpó con los parlamentarios y lamentó no haber tomado todos los cuidados antes de invitar al ucraniano Yaroslav Hunka y enaltecerlo.
Tras la repercusión mediática internacional y el bochorno provocado por este incidente, varios líderes de la oposición piden la renuncia de Rota, representantes del NDP y del Bloque Quebequense, afirman que el presidente ha perdido la confianza de sus pares.
El líder del NDP en la Cámara de los Comunes, Peter Julian, afirmó que ha sido un imperdonable error y que ha avergonzado a todo el Parlamento, dijo también que Anthony Rota, ha quebrado un encargo sagrado y que por esa razón debe renunciar al cargo.
Por su parte, los conservadores liderados por Pierre Poilievre, no han pedido la dimisión de Rota, prefieren achacar la responsabilidad al primer ministro, aun sabiendo que su oficina no tuvo acceso a la lista de invitados del presidente de la Cámara de los Comunes.
La diputada federal Karina Gould, líder del gobierno, presentó una moción buscando eliminar el expediente del reconocimiento de Hunka de forma unánime, pero no consiguió. Finalmente, Justin Trudeau, dijo que espera que el presidente Anthony Rota, esté reflexionando sobre cómo mantener la dignidad del cargo, tras ese escandaloso incidente.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporter