Desde que dejó Aurora, ON, hace seis años para ir a la universidad en Vancouver, BC, Riley Cunningham, de 23 años, se ha mudado cinco veces por la ciudad.“No me di cuenta de lo caro que es vivir aquí”.
La mayoría de los lugares con los que se ha topado Cunningham han sido demasiado costosos o han tenido problemas.
Desde que se mudó a Vancouver, Cunningham ha vivido en dos sótanos, uno sin ventanas ni armario, y otro sin cocina ni lavandería. Otro apartamento tenía arañas.
“Definitivamente me he sentido discriminado. Existe este estereotipo de que, a los jóvenes, especialmente a los estudiantes, les encanta ir de fiesta y pueden crear un desorden”, expresó
Ahora que busca otro lugar nuevo, Cunningham es mesero en dos trabajos seis días a la semana y aún le resulta difícil ahorrar dinero, especialmente con la deuda estudiantil que se avecina.
“Estoy tratando de mirar con mucho cuidado, planificar mi próximo movimiento y espero que no me arruine financieramente”, señaló. “Espero poder quedarme en la ciudad que amo y que no me desvaloricen”.
En todo Canadá, las ciudades grandes y pequeñas se han vuelto inasequibles para que vivan los jóvenes, según el reciente Índice de asequibilidad real de ciudades juveniles.