Han pasado más de dos meses desde que los restaurantes, cafés, gimnasios, salones, pequeñas tiendas minoristas y otros negocios considerados “no esenciales” fueron cerrados en Toronto, total o parcialmente, por orden de la provincia. Si bien la orden es con la finalidad de proteger la salud de todos, empleadores, empleados y comunidades enteras están sufriendo, han perdido sus trabajos, sus hogares y sus vidas.
A medida que la pandemia de COVID-19 se prolonga, las frustraciones con las órdenes de cierre en curso están comenzando a desbordarse, tanto así que, por lo menos, unos 250 dueños de negocios en todo Canadá planean reabrir el 11 de febrero sin importar las normas impuestas por sus respectivos gobiernos.
Si bien el estado de emergencia actual de Ontario y la orden de quedarse en casa expirarán el 9 de febrero, es muy posible que ambos se renueven; incluso si no lo son, el director médico de salud de Ontario, Dr. David Williams, ha dejado en claro que las restricciones de bloqueo no se levantarán hasta que el número de unidades de cuidados intensivos caiga a la mitad y los casos diarios comiencen a llegar por debajo de la marca de 1,000 nuevamente.
Una noticia que no ha dejado muy contentos a los dueños de negocios ya que no tienen la posición financiera para seguir esperando a que la reapertura formal y legal suceda, así lo afirmó Vladislav Sobolev, fundador de We Are All Essential y el notorio grupo anti-bloqueo Hugs Over Masks. “Tuvimos más de 10,000 restaurantes cerrados en Canadá desde marzo pasado. La industria de la hospitalidad es uno de los mayores empleadores de personas, y cuando esos restaurantes desaparecen, esos trabajos también. Las pequeñas empresas son la estructura de una comunidad. Gimnasios, estudios de yoga, cafés, tiendas familiares, peluquerías: los impuestos de las pequeñas empresas en realidad pagan por los servicios que la gente usa”, afirmó Sobolev.
Sobolev, contando con el movimiento antibloqueo y el apoyo de personas como Skelly y Chris Sky, inició WeAreEssential.ca como “una red de apoyo para todas las pequeñas empresas a las que no se les permite operar en este momento, ya sea completamente o bajo restricciones”. La idea era crear una especie de directorio de Yelp para las empresas que eligen permanecer abiertas a pesar de las órdenes de cierre por pandemia.
A la fecha, unos 250 propietarios, la mayoría de ellos en Ontario, se han sumado a la iniciativa pero no todos figuran públicamente en el sitio. Sin embargo, todos los miembros de la alianza perderán esa privacidad el 11 de febrero, cuando se unan y abran las puertas de sus negocios al unísono“Cuando una empresa elige permanecer abierta, es un acto desinteresado. Elegir permanecer abiertos, correr el riesgo, para ellos mismos, para sus empleados y para toda su comunidad. En este punto, la gente común nos coloca en una posición en la que no tenemos nada que perder. Y en palabras de James Baldwin, un hombre que no tiene nada que perder es “la creación más peligrosa de cualquier sociedad”, dice Sobolev.
Los padres, maestros y estudiantes de Ontario todavía han estado esperando el anuncio formal del primer ministro Doug Ford sobre si las escuelas reabrirán o no junto con el resto de la provincia en las próximas semanas, pero Ford, ya confirmó que los estudiantes no regresarán a la escuela en persona antes de las vacaciones de verano.