Egipto celebró este miércoles uno de sus principales festivales históricos y turísticos con la entrada del sol al templo de Abu Simbel (sur), para iluminar el rostro del famoso faraón Ramsés II, un fenómeno que se repite dos veces al año desde el siglo XIII a.C; supuestamente en las fechas de su nacimiento y del día que subió al trono.
En esos dos días, que coinciden con el 22 de febrero y la misma fecha de octubre, los rayos del sol entran al santuario del templo, a unos 60 metros de profundidad e iluminan la cara de la estatua del faraón, considerado uno de los más importantes del antiguo Egipto.
El fenómeno peculiar inició el miércoles a las 6:22 (4:22 GMT) y duró unos 20 minutos, en presencia de más de 6.000 turistas de todo el mundo, responsables, diplomáticos extranjeros y egiptólogos, según diversos medios egipcios.
Además de Ramsés II, de la XIX dinastía del Imperio Nuevo (1539-1075 a.C.), el sol se expande cada año en las mismas fechas a su izquierda donde se encuentra la estatua del dios Ra, antes de iluminarla parte a la derecha del faraón, donde cubre parcialmente la figura del dios Amón.
De acuerdo con los egiptólogos, se trata de una obra de ingeniería del antiguo Egipto en Abu Simbel, un complejo de dos templos excavado en la roca para perpetuar las hazañas del faraón, y se repite el día de su nacimiento y el de su coronación.
Sin embargo, otra teoría relaciona el fenómeno con la fiesta en el antiguo Egipto para el inicio de la época de la inundación del río Nilo y la agricultura, el 22 de febrero, mientras que el 22 de octubre representaba el principio de la temporada de la cosecha, reafirmó hoy el subsecretario del Ministerio de Turismo y Antigüedades, Abdel Moneim Said, citado por los medios locales.