Los miles de satélites Starlink de Elon Musk no solo están interrumpiendo la investigación científica al causar rayas en las fotos del espacio profundo, según un nuevo estudio, sino que también estarían arrojando “radiación electromagnética no intencionada” al espacio, algo que podría ser un problema importante para la Tierra según declaraciones de astrónomos.
En el estudio, que se publicará próximamente en la revista Astronomy & Astrophysics, los científicos observaron 68 satélites Starlink fabricados por SpaceX y descubrieron que los satélites en la órbita terrestre baja podrían confundir o incluso ahogar las señales del espacio más profundo que buscan los radioastrónomos.
Parte de la radiación emitida por los satélites cae dentro de un ancho de banda designado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) para permitir que los radioastrónomos realicen su trabajo. “Detectamos radiación entre 110 y 188 MHz de 47 de los 68 satélites que se observaron. Este rango de frecuencias incluye una banda protegida entre 150,05 y 153 MHz asignada específicamente a la radioastronomía por la UIT”, dijo Cees Bassa de ASTRON, el Instituto Holandés de Radioastronomía y coautor del estudio.
El estudio proviene del Centro para la protección del cielo oscuro y tranquilo de la interferencia de constelaciones satelitales (CPS) de la Unión Astronómica Internacional, una organización compuesta por astrónomos de todo el mundo que se dedica a estudiar asuntos astronómicos relacionados con los satélites que abarrotan el cielo nocturno.
La organización se lanzó en 2022, pero la idea surgió del lanzamiento de los primeros 60 satélites Starlink en mayo de 2019, que era un número sin precedentes en ese momento. Desde entonces, Starlink ha lanzado más de 3000 satélites, que brindan Internet a más de 50 países, incluido Canadá. Su objetivo es llegar a 10.000 satélites para 2027.
Redacción de: Karen Rodríguez
