Resuelto a ganar protagonismo en la esfera internacional, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva fue el anfitrión de la cumbre en la que participaron otros 10 presidentes de países sudamericanos, el martes 30 de mayo, en el Palacio de Itamaraty, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, en Brasilia. La Cumbre de Presidentes Sudamericanos busca promover la integración entre los países de la región.
Tras varias horas de debate y luego de que algunos de los mandatarios hicieran públicos sus cuestionamientos en contra del Presidente de Venezuela, sobre cuyo gobierno pesan múltiples denuncias de violaciones a los derechos humanos, los mandatarios reconocieron la importancia de mantener un diálogo regular para impulsar la colaboración y proyectar la voz de la región en el mundo.
Los presidentes sudamericanos firmaron una declaración en la que se comprometieron a diseñar una hoja de ruta para supervisar una mayor integración regional. El documento suscrito por los mandatarios, consta de nueve puntos en los que se recalca la importancia de redefinir una posición común en cuestiones clave, como el desarrollo sostenible, la migración y la paz de los pueblos sudamericanos.
A la cumbre asistieron los presidentes de Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay, Uruguay, Surinam y Venezuela. Destacó la ausencia de la presidenta de Perú. La mandataria Dina Boluarte no pudo asistir a la reunión por impedimentos legales internos en medio de la conflictividad política al interior de su país. Alberto Otárola, presidente del Consejo de Ministros de Perú, ocupó su lugar.
En la cumbre se evidenciaron discrepancias en torno a la idoneidad de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) como foro de colaboración regional luego de su práctica disolución debido a las diferencias ideológicas que persisten entre los países sudamericanos. En el documento final no aparece mencionado dicho foro, que llegó a tener 12 socios y hoy solo acoge a siete: Brasil, Venezuela, Argentina, Bolivia, Perú, Surinam y Guyana.
Los mandatarios acordaron finalmente en la declaración establecer un “grupo de contacto”, encabezado por los cancilleres de los países participantes, para evaluar “las experiencias de los mecanismos de integración” y la elaboración de una hoja de ruta “que será sometida a la consideración de los Jefes de Estado”.
Redacción de: Karen Rodríguez
