A pocos días de las elecciones parciales para la alcaldía de Toronto, ha generado malestar en ciertos sectores de la ciudad, la declaración explícita del primer ministro de Ontario, Doug Ford, de respaldar a uno de los candidatos que disputa en este proceso electoral.
El premier, ha declarado abiertamente su voto por el ex jefe de policía Mark Saunders y quizá lo que más incomode a sus opositores, sea que Ford había prometido no entrometerse en las elecciones y ahora considera que como ciudadano tiene el derecho de opinar.
Sucede que Doug Ford, no es un ciudadano común, es el jefe del ejecutivo provincial, y se esperaba de su parte una actitud mínimamente imparcial. Obviamente, su posición le permite, queriendo o no, influenciar en sectores de votantes todavía indecisos.
Ford, no sólo apoya a Saunders, sino que en más de una ocasión ha advertido que la ciudad estaría en problemas si eligiera a un candidato que él denomina de izquierda, en clara alusión a la candidata Olivia Chow, que lidera en estos momentos las intenciones de voto.
El martes, declaró que quiere hacer lo mejor para la gente y que espera que el alcalde haga lo mismo, no aumente los impuestos y atraiga negocios. Dijo también, que Toronto necesita un candidato que comprenda la vigilancia y que tenga experiencia en el manejo del crimen.
Para la candidata Ana Bailao, Mark Saunders es el títere de Doug Ford, sabemos que elegirlo es elegir a Ford como primer ministro y alcalde de la ciudad, dijo. Asimismo, por faltar a su palabra de no interferir en la elección, el ex candidato Gil Peñalosa lo llamó “Pinocho”.
En su defensa, la oficina del primer ministro dijo en un comunicado, que Doug Ford, respeta la democracia y trabajará con el alcalde que sea elegido, sin embargo, la misma oficina del premier, no respondió a las solicitudes de comentarios sobre la acusación de que Doug Ford, está tratando de dirigir la administración de Toronto, desde las oficinas de Queen’s Park.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporter
