Se espera que estalle otra ronda de protestas contra las vacunas fuera de los hospitales de Toronto esta semana, la última de una serie de manifestaciones con carga política en respuesta al mandato de pasaporte de vacunas de la provincia.
Las protestas están siendo organizadas por un grupo llamado Canadian Frontline Nurses y se espera que los manifestantes converjan frente a las instalaciones de salud en todo el país para “restaurar [sus] libertades y derechos como ciudadanos canadienses”. Al igual que las protestas anteriores, los profesionales de la salud y los hospitales están condenando al caos planeado.
Anthony Dale, presidente y director ejecutivo de la Asociación de Hospitales de Ontario (OHA), emitió un comunicado diciendo que la asociación “está entristecida y profundamente decepcionada de que se planeen protestas adicionales contra la vacunación fuera de los hospitales de Ontario esta semana. Instamos encarecidamente a quienes ejercen su derecho a la libertad de expresión a que lo hagan de manera pacífica y respetuosa con los pacientes de esos hospitales por la atención y el personal de salud que trabaja y desempeña sus funciones”. En la declaración se señalan las condiciones experimentadas por los trabajadores de la salud y los pacientes durante la protesta del 1 de septiembre, incluido el acoso y el impedimento al acceso al hospital.
La OHA continúa presionando a Doug Ford y al gobierno provincial para que implementen salvaguardas para evitar este tipo de situaciones en el futuro. Sin embargo, no se ha discutido públicamente una respuesta provincial a las protestas, aunque tanto el primer ministro Doug Ford como la viceprimera ministra Christine Elliott tuitearon sus pensamientos sobre este tipo de acontecimientos.
Por su parte, el alcalde de Toronto, John Tory, emitió su propia declaración el domingo por la noche, diciendo: “Todos tenemos derecho a protestar, pero abusar de ese derecho para acosar a las personas fuera de un hospital y difundir información errónea sobre las vacunas en medio de la pandemia es inaceptable y más allá del alcance. Es injusto para nuestros héroes de la salud y para todos los que intentan acudir a los hospitales para recibir tratamiento. Como alcalde de Toronto, condeno absolutamente a cualquiera que participe en esta supuesta protesta: no está haciendo nada para ayudar a la gente, para proteger el progreso que hemos logrado en la reapertura nuestra ciudad, o asegúrese de poner fin a esta pandemia”.
La declaración del alcalde confirma que ha tenido conversaciones sobre las protestas con el jefe de policía de Toronto, Ramer, quien ha asegurado al alcalde que “la policía trabajará para garantizar una vez más que el personal del hospital esté protegido, que nadie pueda acceder al tratamiento y que las ambulancias estén capaz de entrar y salir de los hospitales”. Se espera entonces que las personas que obstruyan el acceso a los hospitales sean arrestadas.
