Canadá y Arabia Saudita restauraron sus relaciones diplomáticas poniendo fin a una disputa de cinco años después de que un conflicto diplomático detuviera las relaciones y tensara el comercio entre los dos países. Global Affairs Canada (GAC) emitió un comunicado anunciando la decisión.
La medida se produce después de que el primer ministro, Justin Trudeau, se reuniera con el príncipe saudí, Mohammed Bin Salman, al margen del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Bangkok en noviembre pasado.
Ambos países anunciaron que el nuevo embajador de Canadá en Arabia Saudita será Jean-Philippe Linteau y expresaron su deseo de restablecer las relaciones diplomáticas sobre la base del respeto mutuo y los intereses comunes.
Arabia Saudita retiró a su embajador y restringió severamente el comercio entre ambos países en 2018, luego de que la embajada de Canadá en Riyadh emitiera un tuit en árabe instando a la liberación de las activistas por los derechos de las mujeres detenidas en el país. Ese tuit siguió a publicaciones similares de la entonces ministra de Asuntos Exteriores, Chrystia Freeland, y Asuntos Globales de Canadá. En su tuit del 2 de agosto de 2018, Freeland pidió la liberación del bloguero disidente Raif Badawi y su hermana, Samar. Raif fue liberado en marzo de 2022, un año después de la liberación de Samar.
Además de la expulsión del embajador de Canadá y el retiro del suyo, Arabia Saudita ordenó a sus estudiantes que salieran de Canadá, cortó las rutas aéreas de su aerolínea nacional y buscó congelar todos los acuerdos existentes y futuros entre sus ministerios y empresas canadienses.
Arabia Saudita últimamente ha estado priorizando el crecimiento económico, lo que requiere estabilidad regional para tener éxito. En este contexto, ha buscado alejarse de su reputación tradicional como un productor de petróleo conservador y combativo, mientras pretende convertirse en un actor económico global y un centro regional clave de turismo y negocios.
Redacción de: Karen Rodríguez
