La “emergencia de hambre extrema” de Somalia está aumentando en espiral y se espera que un tercio de la población enfrente una crisis o niveles peores de necesidades alimentarias. Sin embargo, Cindy McCain, líder mundial del Programa Mundial de Alimentos (PMA), señaló que a ONU se ha visto obligada a recortar drásticamente la asistencia alimentaria debido a la falta de fondos.
McCain destacó ante el Consejo de Seguridad de la ONU que los últimos datos de seguridad alimentaria muestran que más de 6,6 millones de somalíes necesitan asistencia desesperadamente, incluidos 40.000 que “luchan por sobrevivir en condiciones de hambruna” pero destacó que el PMA se vio obligado a recortar la asistencia alimentaria mensual, que había llegado a un récord de 4,7 millones de personas en diciembre, a solo 3 millones de personas a fines de abril, “y sin una inyección de efectivo inmediata, tendremos que reducir nuestra listas de distribución nuevamente en julio a solo 1.8 millones por mes”.
McCain, quien visitó Somalia el mes pasado, dijo que vio “cómo el conflicto y el cambio climático conspiran para destruir la vida y el sustento de millones de somalíes”. Además, destacó que la sequía más larga registrada en el país, que mató a millones de cabezas de ganado y diezmó cultivos, recientemente dio paso a desastrosas inundaciones repentinas en el sur.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, visitó Somalia en abril “para hacer sonar la alarma” y pidió un apoyo internacional masivo para Somalia, pero los resultados de una conferencia de donantes de alto nivel para tres países del Cuerno de África (Somalia, Etiopía y Kenia) el 24 de mayo fueron muy decepcionantes, alcanzando menos de mil millones de dólares de los más de cinco mil millones de dólares que los organizadores esperaban para ayudar a más de 30 millones de personas.
Redacción de: Karen Rodríguez
