En medio de una situación marcada por la crisis económica y la inseguridad, Daniel Noboa asumió la presidencia de Ecuador por un período de 18 meses. En su discurso de posesión, Noboa reconoció los desafíos inmediatos y expresó la necesidad de reducir la violencia, convirtiendo el progreso en una práctica habitual.
Con aproximadamente ocho minutos de discurso, destacó la urgencia de adoptar medidas audaces que no repitan políticas pasadas, enfocándose en la reducción de la violencia criminal mediante la generación de empleo. Se comprometió a romper con las revanchas políticas y subrayó su apertura y pluralismo al formar un gabinete con participación diversa, incluyendo a mujeres y jóvenes.
La ceremonia de posesión, presidida por Henry Kronfle, presidente de la Asamblea Nacional, contó con la presencia del presidente colombiano, Gustavo Petro, y otros líderes regionales. Verónica Abad asumió como vicepresidenta, generando controversia debido a sus posturas políticas de extrema derecha.
Tras la investidura, Noboa se trasladó al Palacio de Gobierno en medio de una fuerte custodia militar y policial, acompañado por su esposa embarazada y su hijo de dos años. Posteriormente, ofreció un almuerzo a unos 600 invitados en la residencia oficial.
En un acto posterior, nombró a 21 de los 30 ministros y secretarios de Estado, instándolos a ser parte de una historia que atraviesa conflictividad principalmente en temas de seguridad pero que espera que con su gobierno se traiga esperanza para Ecuador.
Más tarde, se reunió con Gustavo Petro en un encuentro bilateral donde discutieron la crisis climática y la ampliación de la colaboración comercial entre ambos países, comprometiéndose a mantener relaciones constructivas independientemente de las ideologías.
Noboa asume el mandato en un período crítico, con el desafío de abordar la creciente violencia, atribuida a bandas de narcotráfico que compiten por el control de rutas en el país. Ecuador, actualmente entre los países más violentos de la región y registra un preocupante incremento en las tasas de muertes violentas, un desafío inmediato que deberá afrontar en su mandato.
El nuevo presidente fue elegido en elecciones anticipadas tras una crisis política que llevó a la disolución de la Asamblea por su predecesor, Guillermo Lasso.
Redacción de: Karen Rodríguez
