El gobierno nacional ha anunciado algunos cambios importantes en su política de prevención y cuidado para evitar los contagios del COVID-19. El ministro de Transporte, Omar Alghabra, confirmó que se suspenderá la obligatoriedad de las vacunas para los viajeros, en algunas circunstancias.
En los vuelos nacionales, así como en el transporte ferroviario no más será exigida la vacuna contra el COVID-19, de igual forma, a los ciudadanos canadienses que realicen viajes internacionales, en su vuelo de salida, no les será exigido un comprobante vacunación. La obligatoriedad del uso de las mascarillas continuará.
Sin embargo, los canadienses y los turistas extranjeros que ingresen al país, continuarán cumpliendo los requisitos de entrada, es decir la vacunación obligatoria y el uso del barbijo. Los canadienses no vacunados, deberán someterse a una cuarentena y de no cumplirla, recibirán una multa de 5 mil dólares.
El ministro de Salud, Jean-Yves Duclos, afirmó que el contexto de la pandemia ha cambiado en el país y que ahora la ciudadanía goza de mejores niveles de inmunidad, tanto de la vacunación como de la infección. Hay mayor disponibilidad de medicamentos antivirales y una disminución de las tasas de hospitalización.
Por su parte, el ministro de Relaciones Intergubernamentales, Dominic Leblanc, dijo que a pesar de la suspensión de algunas obligaciones, el gobierno federal continuará monitoreando la evolución de los niveles de contagio y si estos aumentan, Ottawa volverá a la exigencia de los requisitos necesarios para la preservación de la salud.
Aunque algunas autoridades no lo reconozcan, los cambios se dan, en alguna medida, por la presión de varios sectores, debido a las grandes aglomeraciones en los aeropuertos y la frustración que estas generan en los viajeros. Estos retrasos se deben también a la escasez de personal. La suspensión de la obligatoriedad de la vacunación entrará en vigor el día 20 de junio.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporter
