El primer ministro canadiense Mark Carney se encontró personalmente el martes, con el presidente estadounidense Donald Trump, en una jornada precedida por los roces constantes entre los dos gobiernos, tras la imposición de aranceles y contra-aranceles.
Se esperaba un encuentro áspero entre los mandatarios, debido a la retórica agresiva utilizada por Trump, contra Canadá y sus autoridades. Además de la implantación de los gravámenes, el presidente se permitía atacar abiertamente la soberanía canadiense.
Sin embargo, por lo menos durante la reunión pública, ambos mandatarios se mostraron afables y prefirieron intercambiar halagos. Confrontado sobre su idea de anexar Canadá, Trump respondió metafóricamente, afirmando que se necesitan dos para bailar un tango.
Por su parte, Carney respondió diciendo que hay lugares que no están a la venta y que él se había reunido durante meses con los únicos dueños de Canadá y que la conclusión es que no está en venta y nunca estará. El camino, añadió Carney, está en la asociación y en lo que ambas naciones puedan construir juntas, como ya se ha hecho por muchas décadas.
Sobre el conflicto comercial
El tema más importante del encuentro fue tratado a puertas cerradas entre ambos líderes, no obstante, tanto Trump, como Carney se mostraron amistosos poco antes de tratar de la guerra comercial que ya está mostrando sus efectos en ambos lados de la frontera.
Tras su encuentro con Trump, el primer ministro, dijo que considera que se sentaron unas bases sólidas para el futuro de las negociaciones, que permitirán construir una asociación económica y de seguridad. Añadió que esperaba con interés restablecer una buena relación.
Por su parte, Donald Trump fue más escéptico, afirmó que Mark Carney no propuso nada que lo pudiera convencer de eliminar los aranceles a Canadá. Sin embargo, el presidente estadunidense aseveró que su país no se retirará del Tratado entre Canadá, Estados Unidos y México (T-MEC), al tiempo que dijo que los líderes tienen varios asuntos que discutir.
Durante la reunión, Carney estuvo acompañado por la ministra de Asuntos Exteriores, Mélanie Joly; el ministro de Comercio, Dominic LeBlanc; el ministro de Seguridad Pública, David McGuinty y el jefe de gabinete, Marco Mendicino, entre otros representantes.
El próximo encuentro será en Alberta
La próxima reunión en persona, entre los dos mandatarios se llevará a cabo en junio, durante la Cumbre de Líderes del Grupo de los Siete (G7), en el distrito de Kananaskis, Alberta. En este foro político y económico intergubernamental, estarán presentes los líderes de las siete naciones consideradas con mayor peso político, económico y militar. Son estas, Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporte