El partido de extrema derecha Agrupación Nacional logró una significativa ventaja en la primera ronda de las elecciones legislativas en Francia el domingo, según proyecciones de agencias encuestadoras. Este resultado acerca al partido a la posibilidad de formar un gobierno en la segunda ronda y representa un duro golpe para el presidente centrista Emmanuel Macron.
Tras disolver la Asamblea Nacional el 9 de junio, después de una derrota en las elecciones al Parlamento Europeo, Macron esperaba que el partido antiinmigración, con vínculos históricos con el antisemitismo, no repitiera su éxito en estas elecciones cruciales. Sin embargo, las proyecciones muestran que la Agrupación Nacional y sus aliados obtuvieron alrededor de un tercio de los votos nacionales.
“El extremo derecho está a las puertas del poder”, advirtió el primer ministro Gabriel Attal. “En la segunda vuelta, ni un solo voto debería ir a la Agrupación Nacional. Francia no se merece eso”.
Las proyecciones colocan al grupo de partidos centristas de Macron en un distante tercer lugar, detrás de la Agrupación Nacional y una nueva coalición de partidos de izquierda.
Una mayoría parlamentaria permitiría a la líder de la Agrupación Nacional, Marine Le Pen, instalar a su protegido Jordan Bardella como primer ministro. Este resultado coronaría el esfuerzo de Le Pen por renovar la imagen de su partido para atraer a los votantes tradicionales.
Dirigiéndose a una multitud jubilosa, Le Pen declaró: “Los franceses prácticamente han acabado con el bloque ‘macronista'”. Los resultados, añadió, demuestran la “voluntad de los votantes de pasar página tras siete años de poder despreciable y corrosivo”.
El próximo domingo se decidirá si la Agrupación Nacional obtiene la mayoría absoluta para formar un gobierno y comenzar a implementar sus promesas, incluyendo detener los envíos de misiles a Ucrania y revertir las reformas de pensiones de Macron. Los opositores temen que un gobierno de extrema derecha ponga en peligro las libertades civiles y aumente las tensiones sociales.
La participación electoral fue alta, con al menos el 66% de votantes, lo que muestra la importancia de estas elecciones para el futuro de Francia. Muchos votantes están frustrados con la inflación y la situación económica, y la Agrupación Nacional ha sabido capitalizar ese descontento.
Redacción de: Karen Rodríguez A.