Aunque la tecnología ha transformado positivamente la forma en que se trabaja, su uso excesivo y desorganizado puede estar perjudicando la eficiencia laboral y la salud mental de los empleados. Expertos en comportamiento organizacional y recursos humanos advierten que las constantes interrupciones derivadas de herramientas digitales están afectando la capacidad de concentración y la calidad del trabajo.
Un reciente informe de Microsoft reveló que los trabajadores experimentan en promedio 275 interrupciones cada dos minutos durante la jornada laboral. Estas interrupciones provienen de múltiples fuentes: reuniones virtuales, correos electrónicos, mensajes de chat, notificaciones de aplicaciones, llamadas telefónicas y conversaciones en persona.
Tecnología útil, pero con efectos contraproducentes
Aunque la tecnología ha sido ampliamente beneficiosa para automatizar tareas, facilitar el trabajo remoto y mejorar la comunicación, su mal uso puede llevar al agotamiento mental. Las interrupciones constantes no solo reducen la productividad, sino que también contribuyen al estrés, la ansiedad y la frustración, con efectos que pueden prolongarse más allá del horario laboral.
Investigadores de universidades como la Metropolitana de Toronto y Western University en Ontario destacan que muchas personas sobrestiman su capacidad para hacer múltiples tareas al mismo tiempo. Sin embargo, realizar actividades simultáneas que implican funciones cognitivas similares puede sobrecargar el cerebro y afectar el rendimiento.
Para mitigar estos efectos, los especialistas recomiendan establecer bloques de trabajo sin interrupciones, desactivar notificaciones, dejar los dispositivos fuera del área de trabajo, y utilizar técnicas de gestión del tiempo como la técnica Pomodoro, que divide el trabajo en intervalos de 25 minutos de concentración seguidos por descansos breves.
También se sugiere que los líderes organizacionales tomen la iniciativa y establezcan normas internas para proteger el tiempo de concentración, como franjas horarias sin reuniones o períodos específicos para interacción con el equipo.
Si bien las interrupciones pueden ser útiles para fomentar la colaboración y el contacto social, especialmente en entornos híbridos o presenciales, es fundamental encontrar un equilibrio que permita a los trabajadores conservar su atención y bienestar emocional.
Redacción de: Karen Rodríguez A.