El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ordenó desde el martes la suspensión temporal del procesamiento de visas para estudiantes internacionales, mientras la administración del presidente Donald Trump intensifica la revisión de redes sociales de los solicitantes. La medida, revelada en un cable interno al que tuvo acceso la agencia AFP, busca reforzar los controles migratorios bajo un enfoque de “seguridad y alineamiento con los intereses de la política exterior estadounidense”.
El documento instruye a embajadas y consulados de Estados Unidos en todo el mundo a no agendar nuevas citas para visas de estudiante o de intercambio “hasta que se emitan más instrucciones”, en anticipación a una nueva guía sobre el análisis de redes sociales de los solicitantes.
El Departamento de Estado indicó que la suspensión podría ser breve, aunque no ofreció plazos claros. Mientras tanto, ya se han registrado retrasos considerables en el procesamiento de solicitudes, lo que genera preocupación entre miles de estudiantes que planeaban iniciar sus estudios en otoño.
Una ofensiva más contra estudiantes internacionales
La decisión es la más reciente en una serie de restricciones dirigidas a los estudiantes internacionales. En semanas anteriores, la administración Trump prohibió a la Universidad de Harvard aceptar nuevos estudiantes extranjeros y revocó miles de visas, según informó el propio Rubio ante el Senado.
La medida también se enmarca en una creciente ofensiva contra estudiantes involucrados en causas políticas. Según fuentes oficiales, muchos de los visados revocados corresponden a jóvenes que han participado en protestas en favor de Gaza. Las autoridades han justificado estas acciones alegando presuntos vínculos con el antisemitismo, aunque los estudiantes afectados han rechazado categóricamente tales acusaciones.
Posibles repercusiones en Canadá
La incertidumbre generada por estas políticas podría redirigir a una cantidad significativa de estudiantes hacia otros destinos educativos, especialmente Canadá. Con una política migratoria más receptiva y programas específicos para atraer talento internacional, universidades canadienses podrían beneficiarse del éxodo académico desde Estados Unidos.
Expertos advierten que si la suspensión se prolonga o se convierte en una tendencia sostenida, Canadá podría experimentar un aumento en solicitudes de admisión y migración estudiantil, lo que fortalecería su posición como destino académico global. No obstante, también se prevé que ello ejerza presión sobre los servicios de inmigración y las infraestructuras universitarias del país.
Por ahora, el mensaje del Departamento de Estado es claro: quienes deseen estudiar en Estados Unidos deberán seguir el proceso regular, someterse a nuevas revisiones, y esperar —sin garantías claras— una respuesta antes del inicio de clases.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
