Asustados por la violencia sin precedentes en las calles y dentro de las prisiones, los ecuatorianos tienen una demanda universal para el presidente que eligieron el domingo: seguridad.
La segunda vuelta de las elecciones en el país sudamericano enfrentó al heredero de un imperio bananero, Daniel Noboa, contra la abogada Luisa González. Ambos tienen una experiencia de gobierno limitada con un paso corto por la Asamblea Nacional, que fue disuelta por el actual presidente, el banquero Guillermo Lasso.
La elección se produce mientras más ecuatorianos se convierten en víctimas de la violencia relacionada con las drogas que estalló hace aproximadamente tres años y se intensificó en agosto, cuando un candidato presidencial fue asesinado a plena luz del día. La gente vigila continuamente sus espaldas y limita la frecuencia con la que salen de casa. El malestar y temor empujó incluso a los dos candidatos a añadir un chaleco antibalas a su vestimenta diaria por protección.
Noboa, quien obtuvo mayoría simple sobre el 52% de los votos válidos, gobernará sólo por 15 meses, hasta mayo de 2025, que es lo que resta del mandato del presidente Guillermo Lasso. El banquero acortó su mandato cuando disolvió la Asamblea Nacional del país en mayo del presente año mientras los legisladores llevaban a cabo un proceso de impeachment en su contra por supuestas irregularidades en un contrato de una empresa estatal.
Lasso se enfrentó constantemente con los legisladores después de su elección en 2021. El domingo llamó a los ecuatorianos a realizar elecciones pacíficas y pensar, según sus declaraciones, en lo que es “mejor para sus hijos, sus padres y el país”.
Bajo el gobierno de Lasso, las muertes violentas se dispararon, llegando a 4.600 en 2022, la cifra más alta de la historia del país y el doble del total en 2021. La Policía Nacional de Ecuador ha contabilizado 3.568 muertes violentas en el primer semestre de 2023. El aumento de la violencia está relacionado con el tráfico de cocaína. Los carteles mexicanos, colombianos y balcánicos (denunciados por supuestos vínculos entre el gobierno actual y la mafia albanesa) han echado raíces en Ecuador y operan con la ayuda de bandas criminales locales.
Noboa, de 35 años, es heredero de una fortuna construida con el principal cultivo de Ecuador, el banano. Su carrera política comenzó en 2021, cuando obtuvo un escaño en la Asamblea Nacional y presidió su Comisión de Desarrollo Económico. Una cara nueva para un apellido viejo. Noboa apenas era conocido antes de haber lanzado su candidatura para el actual periodo electoral. Sin embargo, su abuelo es conocido por la fortuna que alcanzó con el banano y su padre, debido a haber soñado con el que ahora es el sueño de su hijo: Álvaro Noboa intentó hasta en cinco ocasiones llegar a la Presidencia, pero nunca alcanzó la victoria que hoy logró su hijo.
Redacción de: Karen Rodríguez
