En la prisa por vacunar al mundo contra el COVID-19, investigadores de Texas lograron un gran avance al desarrollar una vacuna llama CORBEVAX de fabricación económica y rápida en países de bajos ingresos, y sin las complicaciones de la concesión de licencias, las patentes o el suministro limitado.
“Queremos ayudar al mundo. Creemos que es un cambio de juego”, dice la Dra. Maria Elena Bottazzi, quien trabajó para desarrollar la vacuna.
Para nadie es un secreto que los países en desarrollo han tenido problemas con la vacunación, después de que los países más ricos adquirieron dosis limitadas de costosas vacunas; lo que se puede ver plasmado en las grandes diferencias en las tasas de vacunación de los países, por ejemplo, en Canadá estás son cercanas al 80%, mientras que en una nación como Nigeria, solo el 2,2% de la población está completamente vacunada. “Es increíblemente inicuo que los países de bajos ingresos no puedan tener acceso a vacunas que les permitan salvar sus propias vidas”, dice el Dr. Keith Martin, exdiputado y ahora director ejecutivo del Consorcio de Universidades para la Salud Global en Washington.
Ante esto, CORBEVAX es una opción para cerrar esa brecha ya que, a diferencia de las vacunas de ARNm utilizadas en países de altos ingresos, CORBEVAX se produce de la misma manera que las inmunizaciones más tradicionales; la inyección utiliza proteínas de virus sintéticos para inducir una respuesta inmunitaria, sin causar enfermedad, de la misma manera que funciona la vacuna contra la hepatitis B.
La tecnología para crear ese tipo de vacunas está disponible en muchos países. Además, la investigación de antecedentes (efectivamente, la receta de CORBEVAX) está disponible de forma gratuita para cualquier persona.
La Dra. Bottazzi y su colega, el Dr. Peter Hotez, comenzaron su investigación sobre la vacuna durante el brote de SARS de 2003, pero se detuvieron cuando terminó ese brote. Cuando surgió COVID-19 casi dos décadas después, reanudaron su investigación en el Baylor College of Medicine y el Texas Children’s Center for Vaccine Development. Observaron la composición genética del nuevo virus y se dieron cuenta de lo que tenían.
En los ensayos clínicos, el régimen de dos dosis ha demostrado tener una eficacia de hasta el 90% contra la cepa original del virus y del 8% contra la variante Delta. Se están realizando estudios sobre refuerzos, uso pediátrico y eficacia contra la variante Omicron.
En India, donde el uso de CORBEVAX ya está autorizado, la empresa farmacéutica local Biological E. Limited se prepara ahora para fabricar 1.200 millones de dosis al año.
Si bien CORBEVAX no se desarrolló para países de altos ingresos como Canadá o Estados Unidos, el Dr. Bottazzi reconoce que ya ha resultado atractivo para algunos escépticos de las vacunas, que han cuestionado la tecnología de ARNm o desconfían de los productos fabricados por grandes compañías farmacéuticas.“No tienes idea de la cantidad de mensajes que recibimos diariamente. Hay tanta gente que dice, esto es lo que he estado esperando, algo que viene con un historial previo de seguridad con el que ya estoy familiarizado”, dice Bottazzi.