El primer ministro de Ontario, Doug Ford, durante su victoriosa campaña del 2018 había prometido ampliar la venta de alcohol y se espera que para el 2026 además de las tiendas autorizadas, podrán comerciar vino, cerveza, sidra y cócteles listos para beber, todas las tiendas de comestibles, así como las tiendas de convivencia de toda la provincia.
Ante esta nueva realidad, más de una docena de organizaciones de salud está pidiendo a las autoridades provinciales que presenten una estrategia sobre cómo se procederá con esta flexibilización de las normas de comercio de alcohol en Ontario. Este pedido lleva en consideración la opinión del Dr. Kieran Moore, director médico de Salud de la provincia.
Las autoridades del sector han afirmado que Ontario destinará 10 millones de dólares para apoyar la responsabilidad social y los esfuerzos de salud pública vinculados con el consumo de alcohol. Por su parte, la Asociación Médica Canadiense y el Centro para la Adicción y la Salud Mental, aseveran que el alcohol provoca cientos de ingresos a las salas de emergencias de la provincia, así como ocasiona millares de muertes.
Revisión de los alcoholímetros
Por otro lado, existen pedidos al gobierno federal para que se revisen las leyes sobre alcoholímetros como una forma de proteger a las minorías. En 2018, Ottawa cambió las leyes permitiendo que las autoridades utilicen pruebas de alcoholemia, cuando sospechen que los conductores están visiblemente discapacitados para conducir un vehículo.
Las autoridades federales consideran que las pruebas obligatorias de alcoholemia son una herramienta importante. Sin embargo, defensores de las minorías están pidiendo que se revisen estas leyes, debido a que según sus estudios, la policía viene deteniendo desproporcionadamente a conductores racializados y de minorías visibles.
La oficina del ministro federal de Justicia, defendió la presente estructura y dijo en un comunicado, que se trata de una herramienta eficaz para inhibir a los conductores que manejen un vehículo sin estar sobrios. A su vez, las autoridades policiales han declarado que la prueba obligatoria ha eliminado el sesgo a la hora de elegir quién se somete a un alcoholímetro. Para muchos, el uso del alcoholímetro salva vidas y evita miles de lesiones.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporte