La Real Policía Montada de Canadá (RCMP) viene siendo cuestionada hace algún tiempo debido a la pérdida de confianza de un porcentaje cada vez mayor de canadienses. De hecho, una encuesta reciente, encargada por la propia institución arrojó que apenas el 51
por ciento de la población cree en la honestidad de sus miembros.
El mismo sondeo muestra que apenas una tercera parte de los encuestados siente que dicha organización trata a las minorías visibles y a los pueblos indígenas con el respeto que se merecen. Los números, comparados con sondeos anteriores, muestran que la desaprobación de la RCMP aumenta cada vez más.
El profesor de criminología de la Universidad de Nuevo Brunswick, Michael Boudreau, considera que la RCMP necesita repensar el trabajo que realiza como fuerza policial. Uno de los hechos que contribuyó a mancillar la reputación de la corporación fue lo sucedido durante la investigación del tiroteo masivo que sacudió el país hace algún tiempo.
El experto asevera que no se puede dejar que la institución se arregle sola, es necesaria la participación de la clase política. Son ellos los que deberán tener una discusión seria sobre lo que se espera del futuro de la vigilancia del país y proponer cambios radicales. Sin embargo, Bourdieu mostró pesimismo en relación a que estos cambios se den.
Hace una década un grupo de mujeres de la corporación denunciaron que enfrentaron acoso, discriminación, agresiones sexuales e intimidación por parte de sus propios colegas. Tras una demanda colectiva, 2.300 mujeres recibieron alrededor de 125 millones de dólares de indemnización. Según Boudreau, antes de esa demanda tornarse pública, la fuerza policial sabía muy bien mantener sus ilicitudes distantes de los noticieros.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporter
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