Tras la visita de los representantes de los pueblos originarios canadienses, Métis e Inuit al Vaticano, la máxima autoridad de la iglesia católica, reconoció el sufrimiento por el que pasaron miles de niños aborígenes en las escuelas católicas en el país.
El papa Francisco exclamó las siguientes palabras, “pido perdón a Dios” y “me uno a mis hermanos obispos católicos canadienses para pedir disculpas”. Lo hizo en italiano, por lo cual a algunos asistentes no les quedó muy claro.
Para el presidente del Consejo Nacional de los Métis, Cassidy Caron, las palabras del papa eran necesarias y que ahora, su comunidad espera que Francisco presente sus sinceras disculpas en Canadá, directamente a los sobrevivientes y sus familias.
De hecho el pontífice, expresó su deseo de venir a Canadá a finales de julio, para poder transmitir personalmente su solidaridad a los pueblos originarios, que como se sabe, fueron víctimas de extrema violencia, arrancándoles su identidad y su cultura.
Conforme pasa el tiempo, se van hallando millares de nichos de estudiantes en las antiguas escuelas residenciales. Las búsquedas continúan a lo largo y ancho del país, sólo el año pasado se encontraron 1300 tumbas anónimas.
Francisco comentó, que estos días en los que se dedicó a escuchar los relatos de los representantes de las comunidades aborígenes, sintió mucha vergüenza e indignación, el sufrimiento y el dolor a los que fueron sometidos estos niños son irreparables, ponderó.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporter
