El Partido Republicano de Estados Unidos, realizó en la noche del miércoles, su segundo debate para escoger a su candidato para las venideras elecciones presidenciales del 2,024. El encuentro se dio en la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan, en Simi Valley, California.
Estuvieron presentes en el debate siete de los ocho candidatos, el gran ausente fue el ex presidente Donald Trump, quien en su calidad de principal favorito en las encuestas para hacerse de la nominación, prefirió participar de actos proselitistas en Michigan.
Participaron de la cita: Doug Burgum, gobernador de Dakota del Norte; Chris Christie, ex gobernador de Nueva Jersey; Ron DeSantis, gobernador de Florida; Nikki Haley, ex embajadora de Naciones Unidas; Mike Pence, ex presidente; Vivek Ramaswamy, empresario y Tim Scott, senador de Carolina del Sur.
El contexto de este segundo debate, muestra a un Donald Trump, confortablemente ubicado en el primer lugar de las preferencias, con casi el 50 por ciento de los votos. Todos los otros candidatos sumados, se mantienen a una gran distancia. El equipo del ex presidente concluyó que ir al debate lo expondría innecesariamente a ataque de sus adversarios.
De manera general, se puede decir que este debate poco acrecentó a los ciudadanos preocupados por la situación económica que atraviesa el país y ávidos por propuestas concretas. Fue un intercambio de críticas entre los participantes y algunas veces olvidaron que a quienes tenían que convencer era a los electores de ese partido.
Fue una oportunidad para atacar al actual mandatario Joe Biden y al partido demócrata, los temas más destacados fueron la realidad económica y la inmigración, en este último, con promesas de endurecer las leyes. Asuntos polémicos como el aborto fueron simplemente ignorados también por los moderadores, a pesar de la inquietud de muchos televidentes.
Analistas consideran que no hubo un ganador del debate, por el contrario, candidatos que podrían haber destacado y acercarse más al favorito, desperdiciaron la oportunidad. También consideran que dado el estilo desordenado y el cruce de declaraciones, muchas veces de índole personal, no se contribuyó a presenciarse un debate alturado.
Si hablamos de perdedores, quizá fueron los telespectadores quienes no sólo malgastaron su tiempo, sino también, sus ilusiones de encontrar respuestas para los graves problemas que vive su país. Se cree que poco cambiará el rumbo que está tomando la nominación republicana. El debate fue organizado por Fox Network y la red en español Univisión.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporter